El Sevilla trabajó en su peor campo

Así, los técnicos acortaron las dimensiones del campo y trabajaron sobre una hierba nada usual. Asimismo, utilizaron los balones del filial para adaptarse a la sensibilidad del Adidas, que nada tiene que ver con el balón Nike con el que se juega el campeonato liguero. "Con estas cosas intentamos preparar a nuestros jugadores para lo que se van a encontrar. Es mucho mejor trabajar en un mal terreno para que, por lo menos, se vayan acostumbrando", comentaba ayer el preparador físico, Ramón Orellana, quien añadía: "La idea es que los jugadores empiecen a darse cuenta desde ya de que tendrán muchos problemas para controlar el balón". El equipo incidió en trabajar las transiciones ofensivas, con el objetivo de comprobar sobre un mal terreno las dificultades que se encontrarán en Badajoz.

A pesar de las nefastas condiciones del José Pache, el campo ha pasado los mínimos requisitos para que se pueda jugar allí la eliminatoria copera. "Todo está organizado y el campo está totalmente apto para el acontecimiento. Los detalles de la organización del partido le fueron comunicados al Sevilla con ocho días de antelación, como manda el reglamento, y no se ha alterado nada. Sólo nos han exigido abrir una puerta más de acceso al mismo, de 2,30 por 3 metros que ya estamos construyendo", explicaba el presidente del Cerro Reyes, Antonio Olivares, quien ayer mantuvo una reunión con la subdelegada del Gobierno. Curiosamente, los miembros de la policía han obligado a que el club retire las piedras que había acumuladas detrás de una portería.

Hornos pide jugar

El calvario de Germán Hornos está a punto de acabar. Después de caer lesionado el 12 de agosto en la presentación del equipo, el delantero uruguayo espera entrar en la lista que hoy dará Caparrós: "Me siento bien. Me encantaría jugar los 90 minutos, porque quiero ayudar al equipo, pero no sé si estaré para todo el encuentro. Como mínimo, espero entrar en la lista para la Copa".