"Antes de jugar los partidos rezo mucho a Alá"

Entrevista Nihat Kahveci

"Antes de jugar los partidos rezo mucho a Alá"

"Antes de jugar los partidos rezo mucho a Alá"

amaia zabalo

Estamos ante el futbolista del año. Sin discusión. Que Ronaldo la arme, se esperaba. Pero no lo suyo, ni lo de la Real Sociedad. Ese fútbol avispa, que aparece por cualquier lado a velocidad de vértigo, pica y te liquida.

¿Cómo se pronuncia su nombre?

Niat.

¿Tiene algún significado?

Podría traducirse por el último.

Los últimos serán los primeros.

Eso queremos los de la Real: ser los primeros.

¿Y su apellido?

Café, significa café.

¿Nihat Kahveci, último café?

¡Ja, ja! Más o menos sería eso, sí.

Antes que nada. Hoy juega usted en el Camp Nou y allí hay quien lo ve y se acuerda de Stoitchkov, mala leche al margen.

No, no. Él fue un grande, un magnífico jugador. A mí me queda mucho por aprender. Tengo 23 años; de ninguna manera puedo permitir que se me compare con una gran estrella.

A Stoitchkov lo descubrió Cruyff y a usted, Toshack.

Sí, Toshack es como mi padre. Me hizo debutar en el Besiktas como profesional y me trajo a la Real. Se lo agradeceré siempre.

¿Cómo empezó lo suyo?

Empezó tarde, con 13 ó 14 años yo era amateur, jugaba en el Esenler, equipo de barrio. Me movía en la punta derecha. Era el fútbol de la calle, no imaginaba dedicarme a él como una profesión. También jugaba al baloncesto, pero por placer. Un día me vinieron a buscar los del Besiktas y me fui con ellos. Toshack empezó poniéndome en las segundas partes. Era muy joven entonces. Me puso de delantero, como ahora. Me fui adaptando y ahora es como si hubiera jugado ahí toda la vida.

¡Ah, Toshack! También se trajo a Baljic y a Geremi.

Tiene un buen ojo.

Bueno, dejémoslo así... En Turquía se gana mucho dinero. Si usted se fue lo haría buscando emociones.

Me vine con apenas 22 años, no pensaba para nada en el dinero. Me atraía el fútbol español, la experiencia. El fútbol en mi país ha dado un cambio grande en estos últimos cinco años, es verdad. Lo vimos en el Mundial, pues acabamos terceros. Eso vino bien al país, como también nos irá bien meternos en Europa. Ha aumentado el nivel de vida de la gente, pero el gran salto está en Europa, sí.

Una Turquía musulmana en Europa: interesante.

¿Y?

Nada. A mí me da igual usted que De Pedro, un turco que un riojano.

Lo único importante es la persona. Nosotros somos musulmanes, ustedes no. ¿Dónde está el problema? Yo no quiero separar las gentes, la vida... Hay que vivir, tratar de ser felices.

¿Es usted musulmán creyente? Ya me entiende.

Sí lo soy. Vivo según me enseñaron mis padres. Antes de los partido rezó muchísimo a Alá, por ejemplo.

¿Cómo es su familia?

Aquí vivo con mi novia; allí están mis padres y mis dos hermanos.

¿Juegan al fútbol?

Sí. Tienen 18 y 20 años. Cihan y Vedat se llaman. Cihan es lateral zurdo y Vedat, delantero.

¿Cuánto costaría ficharlos?

No lo sé. ¡Ja, ja! ¡Mucho dinero!

En España sólo juegan Tayfun y usted, suficiente para darnos cuenta de que el turco es un buen mercado.

Es verdad. Rustu, nuestro portero internacional, está para jugar en cualquier equipo, es de los mejores del mundo. Y hay más. En el Mundial los vieron. Gente de calidad, que se sabe adaptar al país que le recibe. Y están acostumbrados a los estadios calientes. La Liga española no se la pierden.

El día del 4-2 al Madrid debió ser fiesta mayor allí.

Claro. Ése es nuestro gran recuerdo... de momento.

¿Y esa pausa?

Nadie la había hecho cuatro goles al Madrid en Liga. Pero el gran recuerdo espero que sea la conquista del título.

¿Vio el Manchester-Real Madrid? ¿Se veía allí, en Old Trafford?

Sí lo vi, fue un partidazo. Pero soy de la Real, no puedo decir si me vería con otra camiseta. Está claro que el Madrid tiene un montón de buenos jugadores y no me sería fácil jugar.

A usted se le relacionó con el United, sin embargo.

No hubo nada. Es más: yo quiero quedarme aquí.

Dígame dos razones.

Porque la gente me quiere y porque soy feliz. ¿Le parece poco?

Me parece lo más importante.

He encontrado un gran club, con una gran gente. El ambiente en el vestuario es magnífico. Ésa es una de las razones por las cuales pienso que vamos a ser campeones.

¿Imaginaba algo así cuando pisó Anoeta?

No esperaba luchar por el título, no le voy a engañar. Pero sí estaba seguro de que jugaríamos bien y que, en lo que a mí se refiere, que ayudaría mucho al equipo. Eso sí lo esperaba.

¿Qué pasará en Barcelona?

Difícil para los dos.

Ya.

Ellos tienen sólo 37 puntos, no están salvados, necesitan ganar, no les vale otro resultado. Y a nosotros, tampoco. La gente nos para por la calle y nos pide que ganemos.

¿Qué tiene la Real que el Madrid y el Depor no tengan?

Sólo me interesa mi equipo y de él, que tenemos la capacidad para ser campeones. Y nos lo creemos, claro.

Su castellano ha mejorado.

Tuve un profesor, pero ya no. Mejoro hablando con la gente; si me hablan despacio, lo entiendo. También digo algo en euskera. Me defiendo, sí.

Hay que hablarle despacio a usted, que es uno de los rápidos del oeste.

La velocidad es una de mis virtudes, pero se necesitan más cosas para triunfar. No es mi única arma. Además, tengo 18 goles. Y es curioso: fuera de San Sebastián he metido más que aquí.

Lo que leímos de usted cuando llegó fue que no era un goleador.

Y no lo soy. Nunca marqué más de dos goles en un partido, por ejemplo. Pero ahora veo puerta fácil, hay veces que incluso me sorprendo yo. Correr siempre he corrido. Una de las diferencias en el fútbol está en la velocidad. Si el equipo es rápido tiene mucho ganado.

Makaay parece inalcanzable para el pichichi.

Darko Kovacevic es el gran goleador, yo no lo soy, no me pasa por la cabeza ser el máximo goleador. Mire, conmigo pasa como con el equipo. Hay quien me pregunta si de verdad somos tan buenos. ¿Sabe qué contesto? Pues que quizá, pero que el reto es seguir así. Denouiex, el míster, tiene mucho que ver. Sabe de fútbol, sabe mucho.

Más que Toshack.

Son distintos, no son comparables. Cada uno tiene una idea.

¿Qué es lo que más le gusta de San Sebastián?

Todo. ¡Qué ciudad! La comida, la comida me gusta mucho. Las chuletas, el pescado, los pinchos...

Alcohol no toma, claro. Por el vino, decía.

No, de alcohol, nada. Prefiero comer y la verdad es que como mucho. ¡Es normal en un futbolista!

En Italia, y volviendo a lo turco, están Emre y Okan. No los envidia.

Es otro fútbol y hay que respetar su manera de entenderlo. En España es más bonito.

Kovacevic le habrá hablado. Pasó por la Juve y salió pitando. Y aquí, el rey. Buen socio, ¿eh?

Buenísimo. Pero sobre todo como persona. Si como delantero es grande, como persona es sensacional.

¿Quién es el mejor jugador ahora?

Zidane.

¿Y su ídolo de pequeño?

Maradona. Fue el mejor.

¿Y su estadio?

Anoeta, claro. La gente habla de Atotxa; éste tiene pista de atletismo y aquel no. Ellos estaban más cerca de nosotros. Pero en Anoeta no hemos perdido ni un partido.

¿Y su futuro?

Ahora sólo existe el presente.

Hoy. Barcelona.

Saldremos a ganar. Hoy y siempre. Los rivales de la Real deben saberlo. Queremos ganar y saldremos a ganar. Para que cuando nos vuelven a preguntar si ganaremos la Liga podamos contestar: "¿Y por qué no?".

Pues eso, ¿por qué no?