Tras confirmar ambos equipos que se hallan en una línea ascendente, ¿se antoja el partido trascendente para sus lógicas aspiraciones de salvación?

Será un partido duro y competido. Es un choque importante para los dos, pues a los ambos equipos sólo nos valen los tres puntos. Son muy importantes.

¿Cómo valora la recuperación del Recre?

Es un equipo que hasta diciembre estaba muy abajo en la clasificación y no le salían las cosas, estaba tocado, pero tiene mucho mérito lo que está haciendo, porque no se dejó llevar por las derrotas y con el trabajo le han llegado los resultados.

Y, por otro lado, cuentan con el respaldo moral de la clasificación para la final de la Copa por primera vez en su historia.

Para un modesto es un aliciente estar en la final de Copa, y ello hace que tengan confianza para este partido. Además, ahora es un equipo que hace goles, está sacando un margen muy alto de aciertos y anda en racha.

¿Puede acusar el esfuerzo del partido en El Sadar?

Depende de cómo se desarrolle el choque; si se hace largo y es de mucha intensidad, a lo mejor lo acusan, pero si se ponen por delante intentarán parar el juego y no tiene por qué afectarles.

¿Qué es lo que más le preocupa del rival?

Me preocupan sus puntas, ya que aunque no son muy altos, son muy rápidos, jugadores tipo ratas, muy habilidosos y a los que no puedes descuidar.

El Espanyol ha mejorado mucho en casa, pero sus partidos a domicilio siguen siendo su asignatura pendiente. ¿Qué pasa?

No me puedo quejar de cómo ha estado el equipo fuera de casa, de su actitud; intento cambiar el concepto de juego al ataque, pero atacar a domicilio es muy difícil.

¿Qué es lo que le falta al equipo, entonces?

Quizás robamos el balón demasiado atrás, por eso pido más rapidez y robar más balones sobre todo arriba.