Toca Riquelme

Primera | Osasuna - Barça

Toca Riquelme

Toca Riquelme

enric fontcuberta

Antic podría alinear hoy al argentino por primera vez como titular, ante un Osasuna que causa respeto a los azulgrana.

Han tenido que caer como moscas, hasta reducir la convocatoria a quince jugadores de la primera plantilla, para que Román Riquelme vuelva a sonar como posible titular del Barça. La plaga de lesiones y la tardía gripe que entró en el vestuario presentará hoy en El Sadar un equipo que más parece un identikit que una fotografía de sí mismo. Si el escenario y el rival, Osasuna, verdugo del Madrid galáctico, no fueran de por sí una amenaza, el equipo de Radomir Antic tendrá que jugarse el invicto (un empate y tres victorias) en taparrabos.

La polivalencia de algunos de los azulgrana que han viajado hasta Navarra permite elucubraciones de todo tipo en torno a la alineación, por lo que será mejor no especular. Pero una cosa es segura: si Riquelme no encuentra acomodo en estas circunstancias, casi será mejor que vaya reservando billete de vuelta para Boca Juniors, a echarse en brazos de Carlos Bianchi, su mejor gestor futbolístico.

Muy distinta es la coyuntura para Javier Aguirre. Osasuna sólo tiene una baja, Pablo García, así que el mexicano hasta anunció ayer que apenas hará un retoque en la alineación, para poner al argentino Rivero por Muñoz. Manfredini, que fue una de las peores pesadillas del Real Madrid, se lo pondrá difícil a la retocada organización defensiva del Barça, y Overmars, si finalmente juega por la banda derecha, tendrá que sacrificarse para frenar al moreno marfileño-italiano. El rival (2-2 en el Camp Nou) causa respeto entre los culés.

Lo que otrora hubiera sido un duelo desigual hoy pinta como un envite peligroso. La derrota culé pondría a Osasuna con los mismos puntos (30) y volvería a dejar al Barça a merced de otros resultados para no hundirse de nuevo en la tabla, porque un buen puñado de equipos podrían sobrepasarlo. Las bajas podrían servir de excusa para la primera derrota de la era Antic, pero el serbio estuvo honrado ayer cuando advirtió de que una plantilla como la del Barça no debe encontrar paliativos en una plaga de lesiones para justificar un traspié. Lo que sí esgrime el técnico como argumento para el mal juego de los suyos es el mal estado del campo, y el de El Sadar no está para bailar claqué. O sea, que por ahí tal vez sí se escuche algún lamento. Pero para eso tendría que ganar Osasuna, perder el Barça y reabrirse la crisis, ahora sin Gaspart ni Van Gaal.