¿Qué es lo mejor y lo peor que ha hecho durante su presidencia?

Lo peor que hice fue pensar que en el Barça podemos colaborar todos a la vez. Intentar contentar a todos es un error. No me gusta tener enemigos, pero en el fútbol parece que es imposible. Me siento orgulloso de haber trabajado para el Barça y de haber iniciado la Ciudad Deportiva.

¿El derby es un punto de inflexión?

Después de la alegría del sábado, espero que el equipo siga en esta línea. Ahora tiene ocasión de seguir en el buen camino en la Champions.

¿Se arrepiente de algún fichaje?

Todos los fichajes fueron recomendados por los técnicos. El único jugador que se fichó sin contar con la opinión de un entrenador fue Sorín, porque no podemos decir que Antic nos dijera nada, aunque está encantado.

Ahora sólo queda por saber cuándo se celebrarán las elecciones.

El barcelonismo no tiene que pensar en clave electoral en este momento, sino en los partidos. Sería un error, en competición y con posibilidades enormes de éxitos deportivos, perder el tiempo con las elecciones.

¿Piensa participar?

Yo no puedo ser un socio pasivo. Ser activo es participar, ocuparse, preocuparse. Para mí, el Barça no es sólo el partido del domingo, es como una religión, un sentimiento profundo. Se puede ser activo sin estar en primera línea y, sobre todo, sirviendo. Yo no me he ido del Barça. Cuando uno es socio, deja de ser del Barça el día que muere. Siempre estaré a su servicio si me lo piden. Eso no significa que espero que me lo pidan. Si no lo hacen, no me sentiré mal, significa que no tendrá más actividad que la de ser un forofo y ser del Barça.

Perdió el Madrid, con un gol fantasma que parecía válido. ¿Qué dice?

Es una alegría inmensa siempre que pierde el Madrid. Estoy seguro de que si no le dieron el gol es porque no entró, porque si hubiera sido dudoso se lo habrían dado. ¿Por qué tengo que ser hipócrita o cínico? El día que un barcelonista deje de alegrarse por las derrotas de su rival histórico se lo tendrá que hacer mirar.