En el DVD de Zidane, su esposa Veronique descubre las intimidades del francés: "Es un fuera de serie con los pies, pero un desastre con las manos. Le encanta bañar y secarle el pelo a los niños, les cuenta cuentos y les habla de su infancia. Es muy dulce y es muy fácil convivir con él. Me saca de quicio la paciencia que tiene. Es demasiado amable y eso es un defecto".

Veronique explica que antes de conocer a Zidane no le interesaba el fútbol: "No conocía ni las reglas. Pero ahora cuando juega puedo adivinar lo que va a hacer con el balón. Me lo ha enseñado todo. Con un gesto, sé que detalle técnico hará. En los partidos, me late el corazón a cien por hora".

La mujer del francés se queja de no poder vivir más tranquilos: "A Zidane le tengo para mí, soy celosa pero es mayor para saber lo que hace. Cuando damos un paseo, todos le conocen. Pero el éxito es pasajero. La gente olvida de lo que pasó ayer y sé que los años más bonitos están por llegar. Si se inventara una Copa se la daría al mejor padre. Sé que no irá a otro club después del Real Madrid. La retirada se acerca, ya está calvo. Pero vivo al día y estoy orgullosa de él".