-¿Por qué ha llegado a tomar la decisión de seguir en el banquillo?

-Tras seis semanas en el cargo de entrenador, que es el plazo que me había fijado en un principio, las conclusiones que he sacado han sido muy positivas. Después de escuchar la opinión de los jugadores, del Consejo y de otros allegados, he tomado una decisión que creo que es la mejor para el Racing. Asumo lo que dije en su momento de que mi cargo iba a ser transitorio, pero creo que lo ocurrido desde aquella fecha es motivo suficiente para que haya cambiado de opinión.

-¿Por qué ha habido tanta demora en comunicar la decisión definitiva?

-La incertidumbre no habría existido si Paquito hubiese aceptado la propuesta que le hice antes del partido ante el Levante. También hubo dos acercamientos más a otros técnicos mucho después y cuando los resultados empezaban a ser positivos. Éstos no han condicionado mi decisión, que no ha sido impuesta de ningún modo por nadie. He tenido total libertad a la hora de actuar.

-¿Se ha planteado la posibilidad de que los resultados no vengan de cara?

-Sé dónde me meto y soy lo suficientemente responsable como para ver que, si los resultados son negativos, no debería continuar siendo el entrenador. No haría falta que el Consejo tuviera que decidir si sigo o no, porque ya me habría marchado yo.

-¿Podrá compaginar ambos cargos sin problemas?

-Por supuesto. Me he rodeado de un grupo que goza de mi total confianza. Además, en Inglaterra esto se hace con asiduidad desde hace varios años y en algunos casos con mucho éxito.

-¿Cuál es el objetivo del Racing en la Liga?

-No puedo asegurar que lo vaya a conseguir, pero sí que el equipo se meterá pronto en el grupo de cabeza. A partir de ahí, y con una temporada tan larga, son muchos los factores que determinan un ascenso de categoría.