Final feliz para el maratón blindado

Atletismo | Maratón de New York

Final feliz para el maratón blindado

Final feliz para el maratón blindado

AP

Nueva York rindió homenaje a las víctimas del 11-S en una carrera que ganó Jifar, un etíope cristiano, y no un musulmán, como hace un año.

Ganó un cristiano en el Maratón de Nueva York, aunque sea un cristiano copto y aunque pertenezca al segundo país más pobre del mundo, Etiopía. Pero Tesfaye Jifar es cristiano, al fin y al cabo. Las creencias de la gente no suelen ser noticia cuando de deporte se habla, pero con lo que está cayendo, la religión se ha convertido en noticia permanente. Por ejemplo, el ganador del año pasado el marroquí Abdelkader Mazouzi, mahometano practicante, se echó a tierra nada más llegar a la línea de meta en Central Park, aplastó su frente contra el suelo y adoró a Alá, en el nombre del cual, dijo después, había ganado. Se había hecho como atleta en Granada.

¿Se imaginan esa escena ahora, pocas semanas después de que integristas islámicos suicidas derribaran las Torres Gemelas y parte del Pentágono? Mazouzi no es integrista, pero ha preferido renunciar a correr en Nueva York. No todo el mundo sabe diferenciar entre las diversas tendencias islámicas.

A los ganadores de cada edición en Nueva York se les invita automáticamente para la siguiente carrera, pero el magrebí ha dicho que estaba sobrecargado de carreras. Una forma elegante de no buscase problemas innecesarios. Lo musulmán no está de moda en Estados Unidos, ciertamente.

La victoria en la Ciudad de los Rascacielos fue para Jifar, ante 30.000 corredores. No actúa en la alta competición, pero en el maratón de Amsterdam de 1999 hizo un registro espectacular de 2h 06:49, quinta mejor marca de todos los tiempos. Es cristiano copto y tiene entre sus entretenimientos leer textos religiosos. Los coptos son cristianos de primera generación, porque esta religión llegó primero a Etiopía que a Europa, en contra de lo que se cree habitualmente. También Haile Gebrselassie profesa esta creencia.

Jifar hizo ayer un tiempo de 2h 07:43 y batió el récord de la prueba. Es un registro impresionante teniendo en cuenta que las calles de Nueva York no son precisamente favorables para hacer grandes registros. No pudo ganat el keniano Josep Chebet, que quería dedicar el triunfo a su amigo y compatriota Vincent Kimutai, una de las víctimas del atentado contra la embajada de Estados Unidos en Nairobi, en 1998, cuyo presunto organizador fue Bin Laden, enemigo público número uno de Estados Unidos. Por eso, Chebet era el favorito de los estadounidenses.