Ahora el que no se adapta es el equipo

El Madrid se presentó en Las Palmas con el poco impresionante promedio de un punto por partido, y la media se le estropeó. Las Palmas, un equipo de cantera, bien pensado, con orgullo y humildad, le hizo otro roto a la defensa del Madrid, que es una calamidad. Y esta vez no estaba Roberto Carlos, cuyas alegrías ofensivas suelen ser utilizadas, en voz baja, para justificar este tipo de descosidos. Y una curiosidad: empezó la temporada con Zidane como sospechoso. El problema era integrarle. Ahora resulta que cumple y es pichichi, pero el Madrid es decimocuarto.

Así que ahora el que no se adapta es el equipo, cuyos peores males hay que buscarlos atrás. A estas alturas es el equipo más goleado del campeonato, junto con el Espanyol. ¿Por qué? Los expertos discuten: para unos, porque el equipo es muy alegre, se va mucho al ataque y destapa la defensa; para otros, porque Hierro se está haciendo mayor, se echa muy para atrás y eso deja mucho espacio al rival para jugar. A ambas explicaciones hay que sumarles los fallos de carnaval que se suceden, sean de Hierro, de Iván Campo (los más frecuentes) o de algún otro.

Tendrá que ser Del Bosque el que lo descubra y lo remedie, pero sin buscar pistas falsas ni engañarse. Las cosas son como son, y empiezan a confundirle a él. Su decisión de sacar a Celades cuando se lesionó Zidane merece que se le quite el pase pernocta. Revelaba un ánimo de aguantar el empate y de proteger a la defensa que le retrata. Luego, con el 3-2 tuvo que echar sobre la mesa todo lo que le quedaba, Guti y Morientes. Poca cosa a esas alturas ante un equipo cargado de fe, motivado ante la tentación irresistible de golear a la defensa más descosida del campeonato.