Baba Diocou, de crack en la Promises a ‘sparring’ para Anfield

Una fotografía. Brahim y Endrick, acompañados por uno de los talentos de La Fábrica. Los tres compartieron una de las instantáneas del último entrenamiento del Madrid preAnfield. Para los dos primeros, lo habitual. Para el tercero, la novedad. Y en redes, el foco se colocó sobre quien no lo tiene. Justamente por eso. “¿Quién es ese chico?”. Ni es un recién llegado ni le son ajenos los focos. De hecho, lleva conviviendo con ellos casi desde su aterrizaje en España hace siete años. Los amantes del torneo alevín por antonomasia, llámenle el de Brunete, Promises o Futures, no tardarón en reconocer a Baba. Ahora extremo derecho de 19 años del Real Madrid C, en 2017 uno de los mejores jugadores de 12 años del país. De crack de la Promises a sparring para Anfield.

La historia de Babacar Dioucou es especial. Llegó a Madrid desde su Senegal natal en 2015. Sin nociones de español, su simpatía natural y talento con el balón le fueron abriendo puertas. Primero, las del Complutense Alcalá, mismo club donde comenzó a dar patadas Nacho Fernández. Su portentoso físico y grandes capacidades no tardaron en llamar la atención en la capital. En 2017 aterrizó en Valdebebas y en la Promises de ese diciembre comenzó a romper moldes.

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En el Municipal Antonio Domínguez de Arona sobresalía sus casi 170 centímetros, pero también su talento. Fue la estrella blanca junto al ahora rossonero (aunque cedido) Alex Jiménez, extremo derecho y no lateral por aquel entonces. El Madrid cayó eliminado en cuartos, pero Baba tuvo tiempo de marcar cuatro goles en otros tantos partidos. Una edición en la que, curiosamente, Sergio Mestre, su ahora compañero en el Madrid C, terminó como mejor portero en las filas del Atleti. Caprichos de la hemeroteca.

De familia numerosa, su padre siempre animó tanto a él como a sus hermanos a practicar deporte. Un vehículo que le permitió mejorar rápidamente en el manejo del idioma y en su adaptación. Baba y Mamadou, cinco años mayor, son quienes mayores frutos han recogido. El madridista ha ido quemando etapas de una Fábrica de la que no ha salido. Infantiles, cadetes, juveniles... hasta llegar al segundo filial blanco y ejercitarse con los mayores. Su hermano, de 24 años, juega a balonmano en el Oporto portugués cedido por el Barcelona y fue internacional en las inferiores.

Baba también ha probado las mieles de la RFEF. Fue convocado por España Sub-17 cuando aún tenía 16 años. Una llama internacional ahora apagada. En parte, por unos problemas físicos que no le permitieron tener continuidad el curso pasado en ul Juvenil A de Arbeloa donde tampoco ayudó la competencia (sólo jugó seis partidos). Tampoco ha tenido suerte en este arranque de curso con el Madrid C de Gómez-Rey y acaba de salir de lesión. No obstante, este fin de semana volvió a la acción en el meritorio empate contra el Tenerife B y un día después disfrutó con los mayores. Baba vuelve a salir en la foto.

¿Cómo juega?

El físico portentoso que tenía no ha desaparecido, pero ya no sobresale en altura. Baba es un extremo un tanto particular. Sin tanto desborde, mantiene una buena punta de velocidad, aunque destaca más la potencia que la aceleración. Además de un gran salto que le permite ser un destacado cabeceador y duelista y adaptarse con facilidad a posiciones más centradas. De hecho, como delantero se maneja con soltura de espaldas y su ambidextrismo le permite salir por ambos perfiles. “Un trabajador nato”, le describen.

Aunque si en algo hay unanimidad en Valdebebas cuando se pregunta por Baba, dejando de lado lo futbolístico, es que “es un 10 como persona”. En las buenas y en las malas, su sonrisa es su carta de presentación. Estos días ha podido sonreír por partida doble.

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