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Joaquín ofreció su retirada para facilitar las inscripciones

El Betis no aceptó esa propuesta del capitán y sigue tratando de acelerar para que Claudio Bravo y Willian José estén a disposición de Pellegrini.

Joaquín, con Bravo.
Joaquín, con Bravo.PABLO GARCIA / RFEFDiarioAS

El Betis trata de cerrar su planificación antes del cierre del mercado y los focos siguen estando en conseguir que todo su plantel esté inscrito en LaLiga. Sus diferentes gestiones lograron que en las últimas semanas gran parte de este problema estuviera resuelto, aunque aún tiene sin poder jugar a dos piezas importantes como Claudio Bravo y Willian José. Precisamente en ese contexto, en Canal Sur Radio se informó hoy de la actitud del capitán, Joaquín Sánchez, que puso en manos del club su retirada si con ello ayudaba a que sus compañeros fueran inscritos para jugar. Todo un gesto que deje claro el compromiso del portuense con el club verdiblanco en una situación complicada.

Hay que recordar que Joaquín renovó por un año más su contrato en el cierre de la pasada campaña. A sus 41 años, espera tener un sitio en el proyecto de Manuel Pellegrini con cierto peso en el aspecto deportivo. El club, al igual que sus compañeros, descartó de cualquier modo esa propuesta, dejando claro que no se cerraría de esta forma la carrera deportiva de su capitán. A partir de entonces se alcanzaron otros acuerdos para facilitar la inscripción de algunos jugadores, entre ellos Joaquín, que estuvo en el banquillo durante el choque ante Osasuna. También incide el mismo medio que todo el grupo de jugadores se puso a disposición de la entidad para diferir sus salarios en el caso de que fuera necesario.

El club verdiblanco espera resolver estos días los últimos detalles para que Bravo y Willian José también se unan a los inscritos, aunque en el caso del brasileño, pese a su papel vital para Pellegrini, podría entrar en escena un traspaso o una salida que ayude a mantener el equilibrio salarial planteado por LaLiga. El aval económico aportado por Ángel Haro y José Miguel López Catalán también supuso un punto de partida en ese afán por solventar el caos de los no inscritos.