Los ‘ogros’ del Bayern
El duelo entre Real Madrid y el Bayern evoca a grandes batallas del fútbol europeo y rivalidades en las que leyendas germanas se convirtieron en enemigos acérrimos.
Este martes comenzará el último capítulo de una de las rivalidades más grandes que existen en el fútbol europeo. El Real Madrid, el rey de las 14 Champions, frente al Bayern, el gigante bávaro de los seis máximos títulos continentales contra el que los blancos han vivido algunas de las más épicas batallas de la competición. Una rivalidad que se llegó a bautizar como el Clásico de Europa. Un encuentro que se ha dado 26 veces en la máxima competición, con 12 victorias madridistas y 11 alemanas, que sólo en los últimos años el Madrid ha decantado a su favor: las tres últimas eliminatorias cayeron de su lado y domina los cruces por 8 a 4. Pero la historia de esta rivalidad va más allá de los datos, sino que se basa, sobre todo, en los duelos que han protagonizado muchos de los mejores jugadores de la historia, muchos de ellos en las filas de un Bayern en el que llegaron a ser conocidos como los ‘ogros’ o bestias negras del Madrid.
El Torpedo Müller y un Loco
El primer capítulo de esta historia se da en la temporada 1975/1976, cuando el equipo blanco se cruza en semifinales de la entonces Copa de Europa con quizá el mejor Bayern de la historia. Campeones en las dos anteriores ediciones, cuentan con nombres que harían temblar a cualquier equipo: Beckenbauer, Rummenigge, Hoeness, Maier o uno de los ‘nueves’ más letales de la historia, Gerd ‘Torpedo’ Müller. La eliminatoria se decidió en Múnich después de una ida en el Bernabéu, que fue un escándalo mundial. Un aficionado madridista saltó al campo para agredir al árbitro Linemayer y al propio Müller. Fue el partido del Loco del Bernabéu. El Torpedo, que ya había marcado el empate en la ida (1-1), se desquitó aún más en la vuelta. En un Olympiastadium ‘calentado’ por la prensa alemana, y en el que a los alemanes Netzer y Breitner, entonces en el Madrid, se les trató casi de traidores a la patria, dos goles de Müller tumban a los blancos (2-0) en un partido que terminó con otra imagen legendaria. La del mítico Amancio atravesando el césped con la cabeza agachada después de haber sido expulsado en su último partido en la Copa de Europa.
Los cuernos de Augenthaler
Hubo que esperar más de una década para vivir, en la 86/87, otro cruce entre ambos clubes, de nuevo en semifinales. Era el Madrid de la Quinta del Buitre, que marcado por las bajas de Hugo Sánchez y Valdano en la ida, vivió una noche negra en Múnich, con un Bayern que mezclaba veteranos con nuevas perlas como Lothar Matthaus. El Bayern ganó 4-1 en un duelo en el que el Madrid acabó con nueve. La expulsión de Juanito en el minuto 32 fue clave. El genio de Marbella perdió los papeles y, desquiciado quizá por el brusco juego alemán, pisó en dos ocasiones a Matthaus en el suelo. “Me pudo el instinto animal”, se disculpó luego. En la vuelta, el Bernabéu cree en la remontada, sobre todo, tras la expulsión de Augenthaler, que le soltó un puñetazo a Hugo Sánchez. “No paraba de decirme cosas, de tirarse al suelo... ¡Me sacó de mis casillas!”, se explicó luego el bravo central alemán en AS. Su retirada del campo, haciéndole los cuernos a todo el Bernabéu, terminó de encender a la grada. “Aquel partido fue como una corrida de toros. El gesto fue producto de la tensión”, analizaría luego. Lo cierto es que el Madrid sólo pudo ganar 1-0 porque el meta del Bayern, el belga Pfaff, lo paró todo.
Roja a Rummenigge... y un trofeo tirado
Eran tiempos de enorme rivalidad. Incluso partidos amistosos eran recordados como batallas sin cuartel. Y pobre del que no se lo tomara así. En un amistoso de pretemporada de 1980 el Bayern fue capaz de endosar al Madrid un ¡9-1! Boskov, técnico madridista, salió del sonrojo con una frase histórica: “Prefiero perder un partido por nueve que nueve por uno”. La rivalidad también llegó al Trofeo Bernabéu. Rummenigge fue expulsado por hacer gestos obscenos al público en el minuto 44 y fue tal el lío que se montó que el árbitro acabó expulsando hasta al traductor del equipo alemán. Muchos años más tarde, en 2004, AS desveló que el primer Trofeo Bernabéu, casualmente ganado un año antes por el propio Bayern, se encontraba tirado debajo de una escalera en la sede de los socios del club bávaro, lejos del resto de copas. El club alemán dio marcha atrás y hoy luce en su sitio privilegiado en sus vitrinas.
Un ‘ogro’ llamado Kahn
La rivalidad pasó de ser acontecimientos a cuentagotas a vivirse casi cada año. Y tanto roce... desgastó la relación entre los jugadores bávaros y el Bernabéu. El meta Oliver Kahn y su fuerte carácter le convirtieron en uno de los objetivos del público blanco. El portero nunca rehuyó el enfrentamiento y hasta Iker Casillas pagó los platos rotos en un amistoso en el que le pidió cambiar la camiseta y el germano le respondió con desaires. Stefan Effenberg, un medio genial pero también aguerrido, fue otro de los ‘ogros’ para la afición madridista. El germano recordaba recientemente cómo le golpearon con un mechero en el Bernabéu. Fueron tiempos de batallas sin tregua. Hasta cuatro veces se enfrentaron en la 99/00: el Madrid perdió los dos duelos de fase de grupos (2-4 y 4-1) y la vuelta de semifinales (2-1), pero su triunfo en la ida (2-0) le valió para pasar a la final.
Salihamidzic, Pizarro y “los payasos”
Aquellos partidos se veían salpicados por numerosas declaraciones en los días previos. En la 00/01, al Madrid le tocó sucumbir perdiendo sus dos duelos de semifinales (0-1 y 2-1). Pero se desquitaron con una remontada en los cuartos de la 01/02 (perdió 2-1 y ganó 2-0), a pesar de que Salihamidzic había asegurado que el Madrid se “iba a cagar en los pantalones” o la opinión de Kahn, que dijo de los blancos que grababan “muchos anuncios, pero no juegan a fútbol”. El triunfo en octavos de la 03/04 (1-1 y 1-0) también vino precedido de otra declaración incendiaria. “Vamos a meterle cinco a esos payasos”, dijo el peruano Pizarro, que no pudo cumplir su promesa...
El corte de mangas de Van Bommel
El Real Madrid le daba la vuelta al histórico, pero sus duelos con el Bayern seguían siendo de alta tensión. En los octavos de la 06/07, ambos equipos se volverían a enfrentar y la eliminatoria cayó del lado bávaro con un momento que sería clave... y contó con una grotesca celebración. En la ida, el Real Madrid mandaba en el Bernabéu por 3-1 en los últimos minutos. Un gran resultado que empañó el 3-2 logrado por Van Bommel en el 88′. El holandés, que llegaba además del Barça, anotó el tanto y se fue directamente hacia la grada a la que dedicó dos cortes de mangas que le valieron un expediente de UEFA y el tener que pedir disculpas. Sin embargo, su tanto fue clave en una eliminatoria que se decidió en Múnich, con triunfo local por 2-1.
Neuer se mofa de Ramos
La última vez que el Bayern se impuso al Madrid en una eliminatoria europea fue hace 12 años. Unas semifinales en las que militaban en el equipo alemán unos jóvenes Kroos y Alaba, pero también un Robben que no llegó a triunfar de blanco y en el Bayern sí fue clave. Un gol suyo en la vuelta llevó el partido a los penaltis tras un doble 2-1 en el cruce. En la tanda, Manuel Neuer fue el héroe del Bayern al detener los lanzamientos de Cristiano y Kaká. El de Ramos se marchó muy por encima del larguero. “Lo de Cristiano y Kaká lo tenía estudiado, pero no sabía que a Ramos le gustaba tirar tan arriba”, se mofó luego el meta, aunque se disculpó con el tiempo. A partir de entonces, el Real Madrid ha dominado a los bávaros. Lo hizo en la 13/14, con Guardiola en el banquillo germano, tras un mágico triunfo 0-4 en Munich a pesar de que Rummenigge, ya directivo, prometió que iban “a arder hasta los árboles”. También ganaron en los cuartos de la 16/17 (1-2 y 4-2 en la prórroga) y en semifinales de la 17/18 (1-2 y 2-2). Dominio que parece haber dormido algo la rivalidad, pero que teniendo en cuenta de dónde se viene, puede volver a encenderse en cualquier momento.
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