El partido más duro
El partido más duro

20 años de los atentados

El partido más duro

El 11 de marzo de 2004 pasó a la historia de España como una de las mayores tragedias de la historia de este país. Un día en el que, a pesar de las circunstancias, el deporte no paró...

Se cumplen 20 años del mayor ataque terrorista en la historia de España. Días en los que, a pesar de la tragedia que había sacudido a toda la sociedad española, se decidió que el deporte profesional no parara. Se siguieron disputando encuentros, torneos y hasta finales decisivas. Deportistas y técnicos cuentan en AS cómo afrontaron aquellos momentos en los que tuvieron que competir entre la consternación general.

atentados 11M

"Este es un periódico nacido para cantar los éxitos de las personas, no sus fracasos...", comenzaba el editorial de AS de aquel 12 de marzo de 2004 en el que todo lo relacionado con el deporte importaba poco. Los terribles atentados de la mañana anterior en Madrid hacían que toda la actualidad girara en torno a las vidas arrebatadas en aquellos trenes. Sin embargo, en las páginas de los periódicos sí hubo cabida para la información deportiva por una sencilla razón. Ante el horror y la tragedia que vivía la sociedad española en aquellas fechas... el deporte profesional no paró. Tanto las autoridades gubernamentales como los organismos deportivos nacionales y europeos optaron por continuar con todas las competiciones, no dar la 'satisfacción' a los terroristas y aparentar cierta normalidad ante un hecho que, además de las connotaciones políticas que tuvieron aquellos días a las puertas de unas elecciones generales, sucedió también en plena carrera por ser sede olímpica con la candidatura de Madrid 2012.

La silla de un socio del Real Madrid fallecido en los antentados, con flores y una vela.

La silla de un socio del Real Madrid fallecido en los antentados, con flores y una vela.

Tanto las autoridades gubernamentales como los organismos deportivos nacionales y europeos optaron por continuar con todas las competiciones.

Fueron días de minutos de silencio, brazaletes negros, manifestaciones de repulsa y dolor, consternación... y competiciones deportivas en una atmósfera triste y extraña. Porque en aquel trágico 11 de marzo de hace 20 años, los deportistas españoles siguieron defendiendo a sus clubes o a la Selección. Sin ir más lejos, varios equipos de fútbol tenían compromisos de Copa de la UEFA, que el organismo continental no suspendió con la explicación de "mostrar a todo el mundo el verdadero espíritu del deporte".

atentados 11M

Jueves, 11 M... de UEFA

Ese 11 de marzo era de resaca de Champions. El Bayern de Múnich supo de los atentados de primera hora en la capital mientras abandonaba Madrid, tras haber caído el día anterior en el Bernabéu (1-0). Era jueves y había Copa de la UEFA, en la que el Barça debía jugar en Glasgow, ante el Celtic. En Barcelona, el alcalde Pascual Maragall pronunció un emotivo discurso en el que aseguró que todos "los catalanes se sentían madrileños". Tanto el Espanyol en Montjuïc, como en Can Barça, se predicó con el ejemplo y se llevaron a cabo sentidas concentraciones de solidaridad, aunque en la azulgrana no estuvieron presentes ni los jugadores ni su presidente, Joan Laporta, que se encontraban ya en tierras escocesas. El mandatario blaugrana inició un intento para que los partidos con equipos españoles (la ida de octavos de final) se suspendieran, que fue secundado por el resto de clubes, ya que también debían jugar aquel día el Valencia en Turquía, el Villarreal recibía a la Roma y el Mallorca visitaba al Newcastle. Todos mostraban dudas sobre si tenía sentido saltar al césped aquel día.

Barcelona y Celtic se enfrentaron pese a que el equipo español intentó que el partido se suspendiera.

Barcelona y Celtic se enfrentaron pese a que el equipo español intentó que el partido se suspendiera.

Los equipos españoles en Champions y UEFA mostraban dudas sobre si tenía sentido saltar al césped aquel día.

"Recuerdo que a la hora de la comida nos comentaron que el club estaba intentando suspender el partido", rememora Gerard López, entonces en las filas del equipo azulgrana. En ese momento, toda la expedición ya conocía los peores detalles de la tragedia que había ocurrido por la mañana en Madrid. "Tengo la imagen de estar todos delante de las televisiones en el hotel, sintonizando los canales internacionales. En todos aparecían las imágenes de los trenes...", cuenta, a la vez que recuerda la consternación que reinaba en la expedición.

Sin embargo, el Barça, al igual que el resto de equipos, tuvieron que disputar sus encuentros en "un ambiente enrarecido". Sólo el Villarreal logró ganar aquel día a la Roma (2-0). Porque ni Barça (1-0), ni el Mallorca de Luis Aragonés en el campo del Newcastle (4-1), ni el Valencia de Rafa Benítez ante el Gençlerbirliği fueron capaces de sacar sus partidos adelante. Duelos celebrados tras emotivos minutos de silencio y homenajes a las víctimas, que se sucedieron por todos los estadios. Y no sólo en los que los equipos españoles estaban implicados. El Benfica, equipo que entonces entrenaba José Antonio Camacho, se enfrentaba al Inter de Milán en Da Luz. El técnico murciano había dejado claro en los instantes previos que, en su opinión, los partidos "no debían disputarse". "Yo me debía a una entidad como el Benfica y di mi punto de vista, pero no teníamos ningún poder de decisión. Así que con el respeto necesario por lo que había pasado y, a la vez, sacudido por las noticias que llegaban, cumplimos con el compromiso", recuerda Camacho.

atentados 11M

Un Preolímpico de luto

En Europa, nada paró. Pero tampoco en una Madrid aún conmocionada, con instalaciones deportivas usándose de morgues y hospitales improvisados. El Club de Campo acogía el Preolímpico de hockey hierba con selecciones de todo el mundo, que mostraron su inquietud por tener que jugar en una ciudad que aún no había dado con los responsables de aquella matanza. En el equipo español, que debía enfrentarse a Pakistán, había más dudas si cabe. "Tuvimos una reunión todo el equipo porque había gente que no quería jugar. Imagínese, muchos esperábamos a nuestros familiares esa mañana, que venían en tren a ver el encuentro. Afortunadamente, todos contactamos con nuestras familias y nos tranquilizábamos", recuerda Joan Escarré, capitán de aquella Selección.

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Minutos de silencio de la selección española de hockey hierba antes de enfrentarse a Pakistán.

"Lo que siempre me quedará marcado fue el silencio absoluto del minuto de silencio previo", asegura Escarré.

"La incertidumbre era tremenda", apunta Kiko Fábregas, también internacional de aquel equipo. "La información llegaba a cuentagotas, todos pegados a las televisiones, estábamos preocupados por nuestros familiares. Nos preguntábamos qué sentido tenía disputar ese partido pero, claro, somos deportistas y era tarea de otros decidir... Si tocaba jugar, pues intentaríamos representar de la mejor manera a España. Nuestro encuentro, ante Pakistán, se celebraba ya en la tarde-noche de ese 11 de marzo. Y es en los días de partido cuando más tiempo libre tienes, toda la preparación se ha hecho la jornada anterior. Me dio la sensación de que el día fue larguísimo", cuenta Fábregas.

Sin embargo, el partido se disputó y España brindó un triunfo como homenaje a las víctimas. "No estábamos centrados. Pero una vez que supimos que había que jugar, de todo el equipo salió intentar ganar y dedicar la victoria a las familias afectadas. ¡Poco más podíamos hacer!", recuerdan. Los equipos saltaron al césped, con gesto muy serio. Y, a pesar de las circunstancias, las gradas estaban llenas. "Y lo que siempre me quedará marcado fue el silencio absoluto del minuto de silencio previo. Ese momento es inolvidable", asegura Escarré.

Pau Gasol durnate el minuto de silencio antes del partido entre los Grizzlies y los Clippers.

Pau Gasol durante el minuto de silencio antes del partido entre los Grizzlies y los Clippers.

El fútbol y el hockey no eran los únicos deportes activos con protagonistas españoles. Óscar Freire se impuso al día siguiente, el viernes 12, en la Tirreno-Adriático, una jornada que había arrancado con un sepulcral silencio de condena. “Ante la impotencia que siento, lo menos que puedo hacer es dedicarles la victoria a los afectados. No entiendo cómo se puede llevar a cabo una matanza así", comentaba el corredor español. Esa noche, un Pau Gasol visiblemente afectado recibía el cariño de 17.000 personas en la Pirámide de Memphis, donde a continuación firmaba una actuación impresionante. Le endosó a los Clippers 24 puntos, 18 rebotes y seis asistencias. "Nunca había saltado a una cancha con tantas ganas. Es muy frustrante lo que ha pasado", valoró entonces el de Sant Boi. Mientras tanto, en la ACB se preparaba un derbi lleno de tristeza entre Estudiantes y Fuenlabrada, con varios aficionados de ambos equipos entre las víctimas...

atentados 11M

El partido del silencio

Ese viernes 12 de marzo, todas las portadas, incluidas las deportivas, se centraban en los atentados. Se anunciaban minutos de silencio en todas las capitales nacionales, concentraciones y tres días de luto oficial. La campaña electoral para las elecciones del domingo 14 se había suspendido, pero no así la Liga, que se reanudaba el sábado 13. El Atlético intentaba aplazar su compromiso en Anoeta ante la Real y, en Segunda, se preparaban para un emotivo derbi entre el Rayo Vallecano y el Leganés. El Real Madrid, por su parte, planificaba el encuentro en el que recibiría al Real Zaragoza. Eso no impidió que una delegación blanca, formada por Florentino Pérez, Jorge Valdano, Guti y Raúl, entre otros, acudiese a las manifestaciones. "La victoria que más deseamos es la de vivir en un mundo sin violencia", pronunció el capitán madridista en aquella multitudinaria acción de repulsa a los atentados.

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Minuto de silencio antes del partido de Atlético de Madrid, con una sábana negra cubriendo parte de la grada.

"La victoria que más deseamos es la de vivir en un mundo sin violencia", dijo Raúl en la manifestación.

El Real Zaragoza llegaba en ese momento a Madrid, con las calles atestadas por la manifestación. Hay noticias de aquel día que cuentan cómo la expedición aragonesa tuvo problemas para llegar al hotel entre el gentío que se había echado a las calles. "No recuerdo ese detalle. Sí que todos estábamos muy afectados, imagino que como el resto de españoles", rememora Víctor Múñoz, entonces técnico zaragocista. Aquel encuentro se planteaba como un test para la final de Copa que ambos equipos disputarían cuatro días después en Barcelona. "Mi impresión es que cada uno metabolizó aquella tragedia a su manera. No hice ninguna charla especial a los futbolistas, ni nada de eso", afirma Muñoz.

Ese sábado 13, la jornada se disputó con 'normalidad' en todos los campos entre homenajes a los fallecidos. El Atlético cayó en San Sebastián (2-1) y Rayo y Leganés se repartieron los puntos en Vallecas sin goles. El Real Madrid tampoco pasó del empate en el Bernabéu ante el Zaragoza (1-1). Un partido del que se recuerda el frío ambiente. "Parecía a puerta cerrada, pero el público estaba allí. Creo que a la gente le daba mala conciencia animar, como si fuera frívolo centrarse en un partido de fútbol. No se debió jugar. Entre el público, todo el mundo conocía a alguien afectado... Se notaba a la gente muy tocada", recuerda Tomás Roncero, subdirector de AS.

Real Madrid y Zaragoza posan delante de un crespón negro antes del partido.

Real Madrid y Zaragoza posan delante de un crespón negro antes del partido del silencio.

Al día siguiente, las elecciones se celebraron. También se completó aquella jornada 28ª de Liga, España acabó segunda el Preolímpico de hockey, Freire subió al podio de la Tirreno y el resto de deportes siguieron su actividad. El día 17, cuatro días después de haberse visto las caras en el Bernabéu, el Zaragoza conquistó la Copa (2-3) ante un Real Madrid que hasta ese momento de la temporada iba como un tiro. La entidad aragonesa sumaba un título importantísimo en su historia. "Pero toda la sociedad seguía tocada. Aquel título no se celebró como hubiera sido lo normal", recuerda Víctor Muñoz. España seguía de luto. Por mucho que a los deportistas, como a tantos otros españoles aquellos días, les tocara tragarse su desconcierto para cumplir con su profesión.

Coordinación:
Mariano Tovar.
Diseño:
Darío González.
Desarrollo:
Rodrigo Ludgero.
Redacción:
Juanma Leiva.
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