El Barça no calibra la tensión y cae en Glasgow

El Barcelona se perdió en el ambiente de Glasgow, donde cayó por un solitario gol de Thompson (1-0), poco después de que se quedase con nueve jugadores tras la expulsión de Saviola, lo que llevó a exasperar, incluso, a un Frank Rijkaard que acabó con los nervios rotos y con un aviso del árbitro.

Se acabó la racha de ocho partidos con victoria (6 de Liga y 2 en la UEFA), aunque la de la Liga podrá ampliarla el domingo en el campo del Murcia, donde le espera el objetivo de conseguir un octavo triunfo seguido en esta competición.

El Barcelona jugó un aceptable partido, hasta que no supo gestionar la tensión que emana de un campo que empuja lo indecible, y acabó con nueve jugadores y con el partido roto por todas las esquinas.

Lo que debía ser una fiesta del fútbol, un partido con la personalidad para narrarse en color, para no ahorrar adjetivos, porque Celtic Park siempre envuelve en una magia especial, fue un encuentro manchado por el recuerdo reciente de las casi doscientas personas asesinadas por la mañana en Madrid.

La animosa hinchada del Celtic, el verde reluciente del graderío, el un césped algo maltratado, el de un azulgrana que llegó a Glasgow para imbuirse en una fiesta, se vio en blanco y negro y borroso.

Algunas emisoras catalanas decidieron no narrar el partido porque no estaba justificado sonreír en la gélida noche de Glasgow, por mucha belleza que desprendiese un regate de Ronaldinho, una elástica o un caño deseado a una torre defensiva del Celtic.

Hubo consignas para no expresar ni una mueca de alegría por muchos goles que se marcasen, pero no fue necesario alertar a los futbolista que podrían desentonar si perdían el guión.

El ánimo en cada jugador barcelonista estuvo por el suelo, solo recuperado para soportar con la dignidad deportiva ante un rival que jugaba otro partido.

El Barça le debía echar un pulso al mejor Celtic, un equipo que lleva 73 partidos consecutivos sin perder en su campo y que en la Liga escocesa ha firmado 25 encuentros con victoria, pero salió abatido en el primer esfuerzo.

Le costó recuperarse, pues en los primeros minutos anduvo algo desconcertado. Celtic Park aprieta de los lindo y si coincide con un momento de inspiración de los suyos, el rival pasa a ser una presa fácil.

Superados los primeros veinte minutos, en los que el Barcelona no tuvo ningún intermediario en el centro del campo para dominar el balón, Xavi se puso los galones y Ronaldinho, después de dos tarascadas le que llevaron al suelo, conectó mucho más con el voluntarioso Saviola, quien debió subir al centro del campo para escapar del acecho y de la mirada inquisidora del dúo de centrales (Balde y Varga). Precisamente, el atacante argentino solicitó penalti en el minuto 25 cuando se colaba por el centro del área.

En defensa, el Barcelona también ajustó posiciones y mejoró sus prestaciones, especialmente por parte de un pletórico Oleguer en el eje y de un Gabri que finalmente pudo atar en corto al debutante Craig Beattie.

Después de que Oleguer desperdiciase una clara ocasión de gol en un remate de cabeza en el minuto 5, el Barça no volvió a llevar el peligro hasta el minuto 23, tras un duro disparo de Cocu, quien dos minutos saltó por los aires tras un encontronazo con Varga.

Ronaldinho, con relativa facilidad en la banda derecha, empezó a ver balón y a generar terror ante un Agathe que fue ineficaz en el marcaje, aunque podrá explicar lo que es una elástica, jugada que en el minuto 41 fue el preludio de la mejor ocasión de gol del Barça.

Oleguer a poco de finalizar el primer periodo cortó con acierto una internada de Larsson, mientras que Thompson, en el 42, tuvo en sus botas el gol, que evitó Valdés con una acertada parada a ras de suelo.

Dos expulsados

En el segundo periodo, el partido se reanudó con dos bajas, por las expulsiones de Motta y el portero Douglas, quienes se enzarzaron en una pelea que ya venía de una mala entendida tensión del jugador barcelonista con el central Baldo, a quien dio un codazo.

Saviola, que sacó el peor provecho de una carrera en solitario hacia la meta loca, acabó expulsado en el minuto 49, tras una entrada a Thompon, a quien barrió con la pierna derecha.

Con nueve en el campo, el Barca ajustó su defensa con Cocu como quinto hombre, y Xavi pasó ser el enganche de los dos avanzados (Ronaldinho y Luis García), pero pronto le cayó el jarro de agua fría en un error defensivo de Puyol. Larsson cabeceó sin oposición y Thompson remató a placer (1-0). Hasta el final, el Barca soportó la acometido y también tuvo alguna acción de gol.