Segunda | Rayo Vallecano - Leganés
Derbi de la solidaridad en Vallecas
Los equipos e hinchadas de Rayo Vallecano y de Leganés se unen en un emotivo minuto de silencio por las víctimas de los atentados, y nutren las gradas de pancartas.
Los jugadores del Rayo Vallecano y del Leganés se fundieron en un abrazo sobre el círculo central del estadio de Vallecas, instantes antes del clásico madrileño de Segunda, en una estampa de gran emotividad días después de los atentados terroristas de Madrid, en los que murieron 200 personas.
Antes de empezar el partido, sobre el sonido de fondo de una marcha fúnebre, los espectadores guardaron un minuto de silencio y a su conclusión prorrumpieron en gritos de "¡Asesinos, asesinos!". En el fondo norte, una gran pancarta negra pedía "odio eterno a los culpables".
"No estamos todos, faltan 200", rezaba otra gran pancarta en el estadio de Vallecas, en un barrio muy castigado por el terrorismo que hizo un ejercicio de hermandad entre las aficiones del Rayo y del Leganés.
Menos público
La tragedia del jueves se dejó notar en la afluencia al estadio. Frente a los 11.000 espectadores que habitualmente acuden al Teresa Rivero, en el derbi asistieron unos 7.000. En las gradas había numerosas pancartas con lemas contra el terrorismo y banderas españolas con crespones negros.
El partido sólo despertó en los últimos diez minutos del partido. La entrada de Idiakez y Marqués cambiaron el panorama. Invitaron a sus compañeros a encarar y a chutar sobre la portería de Raúl. Así lo hacía Marqués tras una muestra de velocidad y habilidad pero falta de contundencia. Su disparo final rozaba la escuadra. Mismo final que el testarazo de Peragón y de Idiakez que no impedían el resultado sin goles con el que los jugadores de Rayo y Leganés abandonaban cabizbajos el terreno de juego.