CELTA

Coudet, futuro incierto en Vigo

La sombra de la duda sobre su continuidad es cada vez más alargada. El 'Caso Denis' y la llegada de Campos desgastan su relación con el club.

JOAN M. BASCUDIARIO AS

La fecha de caducidad de los entrenadores del Celta es extremadamente corta en la era Mouriño. El presidente céltico lleva diecisiete entrenadores en dieciséis años, lo que supone una media de uno por año. Paco Herrera y Eduardo Berizzo fueron los que más perduraron, el resto fueron todos bastante fugaces. Después del gran impacto que tuvo en su primera temporada, el Chacho Coudet parecía destinado a tener una larga duración en el banquillo de Balaídos. De hecho, el club llegó a darle plenos poderes en la decisión de los fichajes. Sin embargo, la historia ha cambiado en las últimas semanas.

La relación entre los poderes fácticos (Mouriño y Chaves) y el entrenador argentino se ha desgastado en los últimos tiempos debido a una serie de capítulos de discordancia. Desde la gestión de la cantera hasta la amplitud de la plantilla, pasando por la ambición de los objetivos. No obstante, el 'Caso Denis' y la llegada de Luís Campos están siendo el mayor punto de fricción entre las partes. El Chacho no está nada conforme con estos dos aspectos, lo que genera muchas dudas sobre su futuro.

En primer lugar, por orden cronológico, está la situación de Denis Suárez, amenazado con la grada si no abandona su actual agencia de representación. El mediapunta es uno de los ojitos derechos del Chacho, un intocable en su once, el encargado de dar orden a su sistema. El hecho de que le obliguen a prescindir de él no le gusta en absoluto. De momento, elude hablar sobre ello e incluso divaga con una posible reconciliación. Pero sabe perfectamente que no podrá contar con Denis la próxima temporada.

Por otro lado, la llegada de Luís Campos, de la que se enteró por la Prensa, ha abierto todavía mayor distancia con el club. El portugués tiene un proyecto antagonista al del Chacho. Uno busca sacar tajada de los jugadores con mejor cartel, el otro prefiere dar continuidad a la plantilla. El secretario técnico apuesta por futbolistas jóvenes, el entrenador argentino es más partidario de la experiencia. Ambos saben que van a chocar constantemente en el mercado de fichajes.

Por último están los resultados. Coudet ha dejado de ser intocable para la directiva y para buena parte de la afición. En Liga se ha quedado en tierra de nadie, está obteniendo peores registros que la temporada pasada y su fútbol ya no enamora como antes. En Copa ha repetido el batacazo del año pasado, quedando eliminado a las primeras de cambio por un equipo de tercera categoría. El Chacho ha perdido crédito también con sus decisiones inmovilistas en la dirección del equipo y con sus declaraciones siempre exculpatorias. El último discurso ha sido cargar contra los jugadores. Todo desgasta y hace que su continuidad esté en el aire.

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