El manual de excusas de Coudet
La COVID, el potencial de la plantilla, la mala suerte... el entrenador argentino del Celta va ampliando su catálogo de argumentos para explicar el irregular rendimiento de los celestes.
“No es una excusa, pero…” esta coletilla se ha convertido en una constante en las ruedas de prensa de Eduardo Coudet. Una negación empleada para dar paso a todo tipo de argumentos con los que el Chacho explica la irregularidad de su equipo. Aunque este discurso resulta bastante habitual entre los entrenadores, el técnico argentino ha empezado el 2022 intensificándolo de una manera que roza el surrealismo. Su manual, a la espera de nuevas actualizaciones, se puede resumir en cinco puntos:
Mala suerte: El trending topic del catálogo en los últimos meses de 2021. Con el Celta presentando los peores números como local desde la posguerra, solo haber sumado 5 puntos de 27 posibles en Balaídos se debía principalmente a la fortuna. En ese análisis se pasaban por alto datos como que los celestes eran al principio de LaLiga el equipo que menos disparaba a portería.
Plantilla corta: Una constante desde su llegada a Vigo. Hay que señalar a favor de Coudet que ha sido fiel a este argumento incluso cuando la temporada pasada lo acompañaban los resultados. Poco dado a modificar su once habitual, esta campaña cuenta con 21 jugadores profesionales en el vestuario. Una cifra que los máximos responsables de A Sede llevan años defendiendo como la idónea para ir dando oportunidades a los canteranos. “No nos sobra nada, estamos muy justos”, volvió a lamentar este sábado el bonaerense a la conclusión del duelo con la Real Sociedad.
La filosofía del filial: Aunque echando un ojo a la clasificación se puede comprobar que el Celta cuenta con uno de los mejores filiales de Primera, el Chacho considera que el ‘B’ no aporta soluciones a la primera plantilla. Su teoría se apoya en que el conjunto que dirige Onésimo Sánchez no es un equipo de formación, sino un grupo diseñado para quedar lo más arriba posible en la clasificación. A ese discurso ha añadido los datos físicos que ofrecen los jugadores de la 1ª RFEF cuando suben a entrenar con los del primer equipo. “Si en un partido tienes el 100% de exigencia a la máxima intensidad, ese jugador hizo el 300%”, puso una vez como ejemplo. Paradójicamente, la ‘Chachoneta’ lleva dos eliminaciones consecutivas en la Copa ante rivales de la categoría de bronce.
La COVID: El hándicap actual. El pasado domingo el Celta ganó en el Villamarín con cuatro bajas por COVID y con cinco jugadores que acababan de pasarla. Para el encuentro del miércoles en la Copa recuperó a tres de los futbolistas que estaban de baja por ese motivo y el batacazo contra el Atlético Baleares tuvo como principal responsable al virus. Una explicación que Coudet volvió a ofrecer este sábado en San Sebastián. La gestión COVID realizada en el Reale Arena está llena de contradicciones. Néstor Araújo, el último en volver de los afectados por el brote, disputó los 90 minutos y el técnico argentino únicamente realizó dos sustituciones durante el partido. No utilizó a cinco futbolistas que no se han visto afectados en los últimos meses por el coronavirus.
Lo de Elche: Un popurrí. A principios de octubre el cuadro olívico perdió 1-0 en el Martínez Valero. A ese partido se refirió durante meses el Chacho como ejemplo supremo de las fatalidades que pueden confluir para castigar a los suyos. La hora, la temperatura, el césped, el criterio del árbitro… todo le dio la espalda al Celta en tierras ilicitanas para acabar perdiendo ante un equipo que solo ha ganado dos partidos esta campaña como local.