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REAL VALLADOLID - LUGO

Rubén Albés y su 'padreada' con otros exblanquivioletas

El entrenador gallego dirige un cuerpo técnico con aroma a Real Valladolid. En su Lugo militan, además, tres jugadores con pasado en Zorrilla.

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Rubén Albés y su 'padreada' con otros exblanquivioletas
ROSA M. MARTÍN

La meritoria campaña que está firmando el Lugo, como suele suceder en estos casos, tiene muchos padres, aunque seguramente el lenguaje moderno convierta a Rubén Albés en el elegido. Él es el principal responsable de que el próximo rival del Real Valladolid camine con firmeza a nueve jornadas para el final liguero, con margen suficiente como para pensar que su salvación es, cuanto menos, virtual. Es líder, por su cargo, pero sobre todo en espíritu, de un equipo que cuenta con una colonia de exblanquivioletas, de técnicos y jugadores.

Pese a disponer del segundo límite salarial más bajo de toda la Segunda División, la 'padreada', como dice la gente ahora en Twitter, va más allá del lenguaje coloquial y absurdo: es, después del Eibar, el segundo equipo con menos derrotas de la categoría, merced a un juego distante del 'rock and roll' de Los Anexos pero igualmente de autor, con automatismos muy marcados en defensa y ataque. Unos forjados a fuego por el trabajo y el verbo del gallego y de sus ayudantes, entre los que destacan otros dos ex: Toni Madrigal e Iván Cabezudo.

Madrigal es el contrapunto de Albés, la mesura frente a la pasión sin estar exento de esta. Desde hace años le acompaña y junto a él estuvo cuando dirigía el estimulante Real Valladolid Promesas que fue sexto en Segunda B en la temporada 2016-17. En aquella etapa en Pucela, conocieron a Cabezudo, técnico joven e inquieto que se integró en su cuerpo técnico en Rumanía, donde rompieron registros antes de volver a España y emprender un camino un tanto sorpresivo en un banquillo que antes de ellos devoraba a sus entrenadores.

De no ser por el apelativo otorgado en las primeras líneas al principal artífice de la buena campaña lucense, podría hablarse de duelo fraticida por su paso por Valladolid y por el de varios de sus futbolistas, aunque solamente uno de los tres que vistieron la zamarra blanquivioleta se podrá ver las caras con su exequipo. Se trata de Chris Ramos, bautizado por algunos como 'Chriszlatan' por el nivel que viene ofreciendo y por algunas de sus acciones, sorpresivas y resolutivas en lo técnico, y quien dio sus primeros pasos en el profesionalismo en Zorrilla.

No estarán los otros dos, Diego Alende y David Mayoral, quienes vivieron en Los Anexos, más que en Zorrilla, parte de sus procesos formativos. El primero, como en la ida, debido a la conocida como 'cláusula del miedo', motivada porque todavía pertenece al Pucela, y que dejará mermada la zaga lucense. El segundo, por su parte, sigue lesionado y casi inédito, ya que no ha podido jugar desde septiembre, cuando se tomó la decisión de que fuera operado del problema surgido en el menisco externo de su rodilla izquierda.