Aprobado el aplauso del Bernabéu a Mbappé

Kylian Mbappé llega al Santiago Bernabéu, ese estadio que sueña con verle vestido con el blanco madridista y no el parisino. En la ida fue una verdadera pesadilla, haciendo honor a su estatus y al nivel de anhelo que hay en el Madrid por él. Constante, fue un martillo percutor que martirizó a Carvajal. Hasta que en una incursión el lateral le derribó. El penalti lo falló Messi, o lo paró Courtois con soberana estirada, pero ello no impidió que siguiera insistiendo. Cuando el 0-0 parecía inamovible, casi sobre la bocina arbitral deslavazó la defensa madridista una última vez. La definitiva. La que supuso el 1-0 final que celebró con una grada que coreó su nombre.

Ello instaló una duda razonable para la vuelta. ¿Cómo le recibirá la afición este miércoles? ¿Aplausos, indiferencia o música de viento? En AS lanzamos una encuesta con la pregunta: "¿Aplaudirías a Mbappé en el Bernabéu?". 7.950 usuarios han respondido y el resultado es positivo. Un 60 por ciento estaría con Kylian. El aplauso a Mbappé queda aprobado por los lectores de este periódico, ahora queda ver la reacción cuando el graderío lo tenga de verdad enfrente. Cuando salte a calentar instantes antes de las 21:00 horas, momento en el que el 'agente Makkelie' pite el comienzo, se disipará el interrogante.

Si la segunda toma de contacto de Kylian con el 'coliseo blanco' es como la primera, seguro que convence a alguno de los dubitativos para que se una al aplauso general. Mbappé salió al césped, ya con la duda de su participación por el pisotón de Gueye despejada, con el resto de sus compañeros y mientras la mayoría charlaba, él paseaba. Su cara de asombro no tardó en dar la vuelta al mundo. "La imagen de Mbappé en el Bernabéu es de 'Si pudiera mañana me cambiaba la camiseta'. Era la cara de un niño en la noche de Reyes", decía Antonio Romero, periodista de la SER, en 'El Larguero'. Sentir general en el Sanedrín del programa.

Mientras que unos esperan que sea su último partido como rival, otro pretenden que comande al equipo a levantar su primera Champions y que esto ayude a que la balanza Madrid-PSG se decante para los segundos. Todas las ofertas de renovación han recibido un 'no' por respuesta. El 30 de junio será libre de ataduras. Seguro que Leonardo no se rendirá, pero, de momento, la imagen del Santiago Bernabéu parece que le ha impresionado. ¿Servirá el aplauso de la grada, de producirse, para acercarle aún al equipo blanco?