El Molinón sigue siendo campo talismán para el Real Zaragoza

El Molinón sigue siendo talismán para el Real Zaragoza y José Luis Martí ya tiene en su estadística la primera derrota como entrenador del Sporting. El equipo gijonés pudo salvar un punto a última hora con un gol de Djurdjevic en el descuento pero la jugada siguiente volvió a dar luz a uno de los grandes males del equipo gijonés esta temporada: los errores defensivos de bulto que le han condenado en no pocos partidos y en éste no iba a ser menos.

Los cambios de Martí en el centro de la defensa y en el sistema de juego, más ofensivo, no le dieron resultado a un Sporting nervioso e impotente durante muchos minutos. Un gol de Jaime Grau, en una salida en falso de Mariño en un córner (25’), puso en ventaja al conjunto de JIM tras un buen inicio de los locales. Y, cuando apareció de la nada el empate para los locales, un nuevo error en cadena esta vez de Berrocal, Mariño y Borja permitió al Real Zaragoza conseguir la victoria.

José Luis Martí quiere un equipo intenso, agresivo y buscando la portería rival. Así empezó el partido para un Sporting con ganas y entusiasmo, pero el inconveniente era encontrarse enfrente de uno de los equipos mejor armados en defensa y que menos goles reciben. Así se dejó notar porque la mejor ocasión de los locales en la primera parte fue un disparo de Bogdan Milovanov que se estrelló en el exterior de la cepa del poste izquierdo de Cristian Álvarez (34'). En el resto de opciones que tuvieron, sobre todo en disparos lejanos, se mostraron flojos e inofensivos.

Con el marcador a favor, el Real Zaragoza se limitaba a defenderse con orden y estirarse de vez en cuando. En la primera parte también llegaron un par de disparos lejanos, como en la segunda aunque Eugeni se encontró con Mariño en la mejor intervención del gallego (52') y Vada mandó su tiro al larguero (82').

El Sporting inquietó en esa segunda mitad mucho más la portería zaragocista. José Luis Rodríguez no llegó a un balón que se paseó por delante de la portería visitante nada más reanudarse el encuentro y tampoco Gaspar, Djuka o Fran Villalba en sus intentos estuvieron finos.

El partido parecía encaminarse a la derrota hasta que llegó el tanto de Uros Djurdjevic, que necesitó la revisión en el VAR. Pero el día del cuarto aniversario de la muerte de Quini no estaba para alegrías en el Sporting que acabó sufriendo una nueva y peligrosa derrota en la desgraciada jugada final que describe el momento que viven los rojiblancos.