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"El fútbol es una profesión jodida"

El entrenador del Real Valladolid, Pacheta, analiza en una entrevista muy personal cómo ve la profesión, a su equipo, habla del futuro y da pistas sobre el mercado de invierno.

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José Rojo, Pacheta, nacido en Salas de los Infantes en marzo de 1968, entrenador del Real Valladolid, hace un repaso en As sobre la profesión del fútbol, la competición actual, sus jugadores y lo que espera del mercado de invierno en una entrevista tan personal como directa.

¿Qué supone la Navidad para usted?

Pues siempre han sido unas fechas muy familiares, pero ahora tenemos el recuerdo del 30-31 de diciembre que fue cuando falleció mi madre y la enterramos. Acarrea siempre emociones, pero siempre será familiar, me junto con mis hermanos, con mi padre, con mis hijos. Sigue siendo muy placentero el recuerdo de estas fechas. Estaré entre Soria, Quintanar de la Sierra y Salas de los Infantes.

Imagino que la Navidad está asociada para usted a Salas...

Sí, sí. Hasta los 19 años. A mí me gusta la Navidad porque es cuando veo a mis amigos, a mi padre, a todo el mundo. Para mí sigue siendo fantástico porque me acarrea días de descanso en el fútbol. Para mí es fantástico. En mi infancia era todo felicidad porque sólo hacíamos el vago y estábamos en la nieve. Yo fui muy feliz en el pueblo, mucho. Yo prohibiría a los niños ir a las ciudades hasta los 14 años. Nosotros éramos felices tirando piedras al río.

¿Y sus hijos?

Tienen 28 y 23 años y vienen también, claro. Nos juntamos todos, es todo amor, aunque hayamos vivido situaciones... sigue siendo amor.

No le salió ninguno futbolista...

No, les gustaba, pero no. Mi hija es más futbolera que mi hijo. Han estudiado y, de momento, ya tengo uno que es ingeniero y mi hija es licenciada en derecho y dirección de empresas, así que estoy contento con los dos.

¿Y desconecta usted del fútbol en el pueblo?

Es difícil porque, al final, estás pendiente del que está lesionado, siempre en contacto con los doctores, con los preparadores físicos, si hacen los ejercicios, cómo están, pendiente de si uno tiene fiebre o no. ¿Puedes desconectar? Es más fácil que cuando estás en Valladolid, pero desconectar del todo es imposible. Y me dirán: pues eso es malo para la salud. Pues sí, pero es lo que hay. No soy capaz, como no sé manejar las derrotas, pero a lo mejor eso es lo que me ha traído hasta aquí también.

¿Las vacaciones de Navidad le van a venir bien al grupo?

Creo que nos viene bien a todos. Necesitamos días de desconectar un poco más. El fútbol es una profesión jodida. Se lo puedo demostrar a quien quiera. Algunos dicen: los futbolistas son unos privilegiados. Correcto. Porque se dedican a lo que ellos han elegido y a algo que es un vicio y es un placer, pero cuando llegas a profesional se acaba el placer. Es una obligatoriedad. Es tu profesión. Exige estar en peso. No puedes comer lo que quieres. Es un verdadero drama. No puedes ni comer, ni beber lo que quieras, no puedes ir donde quieras. Cuando tus amigos se van de fin de semana a una casa rural estás concentrado en un hotel a 600 kilómetros.  Y te dirán: pero son unos años... Sí, los mejores años de la vida. El fútbol es muy bonito, claro. Yo no cambio mi vida de futbolista y haber sentido esos campos llenos, pero tengo que defender la dureza de nuestra profesión. A los entrenadores nos dan infartos. A todo el mundo, pero el estrés que sufrimos en los banquillos. Solo hay que ver cómo es el ser humano cuando llega a un equipo de alta presión y cuando se va. En dos años parece que han caído 20 encima. Esta es una profesión jodida. Todas nuestras decisiones son juzgadas y son sospechosas de crítica. Y hasta que aprendes a lidiar con todo ello... No es fácil. ¿Somos privilegiados? Claro. No sólo te dedicas a lo que te gusta, sino a lo que has elegido. El poder elegir es la grandeza de la vida. A mí hay muchas cosas que me gustan, pero que además me den de comer...

¿Cree que los futbolistas saben que son privilegiados cuando están en activo?

Es difícil. Yo pasé por esa situación. El jugador disfruta el momento. No piensa mucho en el futuro, ni en el pasado. Y disfrutar del momento no es fácil. Disfrutan, sí, pero el ser capaces de saborear, de apreciar, de sentir lo que tienen ahora es difícil porque la vorágine de todo lo que haces te lleva a hacer más o menos lo que quieres, pero no llegas a apreciar la grandeza que eso supone. Yo, al menos, lo aprecie más después de lo que lo hacía entonces. Y tengo muchos más recuerdos de sonidos que de imágenes de los campos de fútbol. Me pones un sonido, cierro los ojos y te digo en que campo estoy en Primera División. Suenan distintos el Bernabéu, al Pizjuan o al Camp Nou, a Riazor, Mestalla...

¿En serio? ¿A qué sonaba Zorrilla?

Zorrilla es un campo que suena fuerte. Tanto para el rival como, a veces, para los propios jugadores de casa. Afición intensa... Es muy buena afición. Aquí la gente no viene solo a ver el fútbol, viene a animar, a presionar y a empujar. Con este tipo de aficiones me llevo muy bien. 

¿Le ha cambiado la perspectiva de la afición ahora que es entrenador del Real Valladolid?

He venido mucho aquí. Me gusta esta afición porque viene a empujar. Estoy encantado con ella.

Cambiémos de tema. La semana del accidente de Plata, ¿fue la más dura en Valladolid?

De las que llevo aquí, sí. Más que en las derrotas.

Diría que Plata es uno de esos jugadores que no sabe manejar el privilegio de ser futbolista...

Plata es muy buen futbolista y muy buen chico, pero... estas cosas las hemos visto en otros sitios. Yo creo que va a aprender de esto y tenemos un futbolista en nuestras manos  estupendo.

¿El vestuario lo advirtió como un aviso a navegantes?

El vestuario sabe bien las consecuencias que acarrean este tipo de hechos. En este tipo de incidente todos entendemos el error que se ha cometido. Es un error claro, no hay interpretación posible. No genera polémica porque es claro. Es imperdonable. Es tremendo.

Da la sensación de que, gracias a Dios no ha pasado nada, nos hemos enterado por el accidente, pero y si esto no pasa... y da pie a pensar si esas salidas son frecuentes, pero no nos enteramos porque no hay accidentes...

Eso es algo de difícil control porque entra dentro de la vida privada de cualquier ser humano. Si tú no eres profesional o consecuente con las normas que se imponen, tú puedes saltartelas, pero esto es como el que conduce mal, si te pilla la policía... Es muy difícil el control de todos, pero yo creo en la honestidad de mi equipo.

¿Se ha endurecido el mensaje para cumplir el reglamento de régimen interno?

No, hay los suficientes mecanismos ante una situación como esta. No tengo constancia de que se haya endurecido. Las normas son suficientemente duras. Todos lo tienen claro. El que comete un error de este calibre asume las consecuencias. Y luego si las quieres discutir con el club o con el abogado o con quien sea...

Usted habla mucho del proceso, del camino... ¿cómo va ahora que ha terminado la primera vuelta?

Progresando adecuadamente. ¿Tenemos un sobresaliente? No. ¿Tenemos un suspenso? Tampoco. Estamos en el camino de conseguir lo que nos proponemos.

Llevamos tiempo, varias temporadas, en Valladolid escuchando aquello de que nos meten goles por errores puntuales, pero cuando los errores puntuales se producen casi todos los días dejan de ser puntuales, ¿no?

Esto se arregla trabajando o cambiando jugadores. No tiene otra solución. No estoy inventando nada. Son decisiones que hay que tomar. No hay más. O aprendes que esos errores no se cometen o tengo que poner a otro jugador que no los cometa. Si los errores se convierten en normales hay que tomar decisiones.

¿Qué explicación futbolística encuentra el entrenador entre los resultados obtenidos en casa y a domicilio?

Es algo circunstancial y, a veces, pasa que tú conectas con tu afición de buena manera y adquieres una confianza cuando bajas por ese túnel que te lleva a ser mucho más fluido y que tengas más confianza. ¿Cómo se genera eso? Va poco a poco. Yo no provoco el que el jugador juegue de una manera en casa y de otra fuera. No hago nada especial para que esto pase. Hacemos lo mismo para jugar en Zorrilla y en cualquier otro estadio. No somos un equipo de especular, me firmaron para ser un equipo valiente, de ataque, dominador y en estas estamos...

Pacheta, entrenador del Real Valladolid, en el estadio José Zorrilla.PHOTOGENIC

Usted habla mucho de la importancia de ser el primero en marcar, en ser efectivo, pero da la sensación de ser un poco ruleta rusa... si marcas primero, ganarás, y si lo hace el contrario, perderás...

No lo veo así. Nosotros intentamos hacer más ocasiones de gol que el rival porque creo que eso nos acerca más a la victoria. Nosotros queremos marcar los primeros, pero si el rival hace un gol, nosotros vamos a seguir de la misma manera. Esa es mi filosofía. No es ponerme por delante para manejar el marcador, sino hacer más goles que el rival. Tenemos que intentar hacer ocasiones durante todo el partido. Me da igual como vaya el marcador. Yo sólo puedo cerrar el marcador si voy a por el segundo gol. Si hay alguien que me puede demostrar que si marco un gol y me aculo voy a ganar, lo hago todos los días, pero el fútbol no son matemáticas. Esto es como la educación. Cuanto más te esfuerces más cerca estás de alcanzar el objetivo. Surgen las dudas cuando me esfuerzo mucho y no llego. De eso ya me encargo yo para que el motor no se pare. El esfuerzo, la atención, la profesionalidad, el empujar lo tengo que exprimir yo. La brillantez de cada uno depende del día, de sus condiciones...

...pero el equipo no ha sido capaz de remontar ningún partido...

En Copa, sí. Estamos aprendiendo más cosas cada día. Ya levantaremos.

Cuando se hizo la plantilla en verano se programo la misma para jugar con tres centrales, dos laterales largos... ahora que ha cambiado la formación, ¿cree que hace falta cambiar la fisonomía del equipo para jugar a otra cosa?

La plantilla no se formó para jugar con tres centrales. Se trajo un jugador para complementar la posibilidad de jugar con tres, pero yo venía con dos extremos como Plano y Toni y se traen otros dos como Plata y Hugo Vallejo. Yo aplico mis jugadores a un tipo de dibujo que me puede ir bien.

... pero cinco centrales en una plantilla no es lo habitual...

Correcto,  viene un quinto central por tema lesiones, covid y es el que nos da la posibilidad de jugar con tres atrás, pero no se monta la plantilla para jugar con tres centrales porque si eso fuera así yo necesitaría seis centrales y cuatro carriles. Sin extremos, con seis medios centros y cuatro delanteros... pero eso no es así.

Ha citado el tema de las lesiones de los centrales... ¿por qué esta línea está sufriendo tantas lesiones?

Es llamativo. Hasta ahora no habíamos tenido tantas lesiones, pero tenemos que acoplarnos. Cada vez tenemos menos lesiones en el medio, por ejemplo, y ahí vuelvo a insistir. Progresamos adecuadamente en casi todas las cosas.

¿Le sobra un central ahora?

Es una plantilla larga porque teníamos cuatro lesionados de larga duración y teníamos el hándicap del histórico de lesiones de muchos jugadores. Tuvimos que hacer una plantilla larga por muchos motivos, sino a mí no me gusta tener tantos jugadores. Con 22 o 23 más la incorporación de chicos del filial se pueden hacer plantillas muy potentes.

No me ha contestado... ¿Le sobra un central?

No me sobra nadie. Ahora en el mercado de invierno veremos a ver.

En este mercado de invierno habrá cambios...

Siempre hay cambios, pero yo no espero mucho.

¿Muchos que son? ¿Dos o tres?

Sí, por ahí. Las posiciones se van viendo. La lesión de Hugo fue clave. Para nosotros era un jugador muy importante por sus características.

Le falta un delantero grande, un futbolista que le pueda dar otras cosas: bajar balones, jugar de espaldas, desahogar la creación en un momento dado...

Son características. Igual nos falta un nueve que vaya al espacio como un avión. Tengo rematadores, pero no tenemos un jugador que en velocidad te mate. Quizás Plata es el más vertical en ese sentido. Claro que nos faltan cosas. Y un extremo zurdo, que vaya bien en el uno para uno... pero estoy muy contento con lo que tengo. ¿Falta esa alternativa de jugadores grandes? Puede ser, pero tenemos la alternativa de pequeños que juegan muy bien.

... si le concedieran un deseo de tipo de jugador... ¿qué pediría?

Eso es un tema de ir madurando mucho. Puedes querer una posición y luego traes un jugador que es complementario y luego donde mejor funciona es en otra posición. Los deseos los sabe la dirección deportiva.

¿Vavro?

Le tuve el año pasado y es muy bueno, pero no puedo entrar a valorar todos los nombres que salen. La gran mayoría de los nombres que salen son buenos futbolistas. Vavro lo tuve yo el año pasado y es muy duro, con una pegada de balón de la leche y buen chico, pero no voy a hablar de si lo valoramos o no.

Habla usted siempre de jugar al ataque, de buscar la portería contraria, pero existe la preocupación de la falta de equilibrio y los muchos goles encajados... ¿no le parece una cuestión peligrosa si el equipo tiene que jugar playoff?

He jugado un playoff en Segunda División y somos el único equipo en los años de playoff que no hemos encajado. Y no éramos tan estables, pero llegamos al playoff y fuimos muy duros en defensa. No está todo unido. El playoff es diferente

Usted dijo en su presentación que esta era la mayor experiencia, como entrenador, por la dimensión del club, años en Primera... ¿Es como se esperaba?

Es mucho más potente por la entidad, ciudad, provincia, mandatarios de lo que yo hubiera imaginado.

¿Qué le dice la gente por la calle?

Sólo recibo cariño. Cuando me ven con la bici, cuando me ven corriendo o voy dando un paseo por el centro... sólo recibo cariño. Ni cuando perdimos en El Plantío. El otro día me di un paseo a las nueve y media, diez de la noche, y me tuve que hacer fotos con un montón de gente muy... alegre que venían de tardear. A mí también me gusta de vez en cuando.

Usted es muy gesticulante, muy potente en el mensaje, muy echado para adelante... lo cual está muy bien, pero hay personas a las que usted le parece un poco vendehumos... ¿Le molesta?

El calificativo sí, pero ese que lo dice tiene que demostrarlo para tener razón, no vale decirlo y no demostrarlo. Yo doy ruedas de prensa basadas en hechos. Todo lo que dije en la primera rueda de prensa lo estamos consiguiendo. Somos uno de los dos o tres equipos que más ataca, de los que más goles mete, de los más alegres jugando, con los riesgos que eso supone. Prometi que seríamos un equipo vertical, de ir, valiente y lo somos. Incluso cuando perdemos lo somos. Y que iba a haber una conexión del equipo con la afición. Que nuestro público iba a venir e íbamos a salir aplaudidos sin ganar. Ya lo hemos conseguido ante el Ibiza, el Málaga, en Ponferrada. ¿Vendehumos? Que lo demuestren, pero si no lo hacen el vendehumos y el canalla es quien lo dice, que es vil, ruin e indeseable, porque está mintiendo y soltando una opinión sin demostrarlo.

En esas ruedas de prensa usted también se ha quejado de que en 21 jornadas no nos hayan pitado penalti...

Es muy raro. En 21 partidos de liga no nos han pitado un solo penalti a favor a un equipo que es el segundo o tercero que más pisa el área contraria. Alguno nos han hecho fijo y no nos lo pitan. Yo tengo la imagen de cuatro o cinco penaltis clamorosos.

¿Por qué cree que es?

No lo sé. Son circunstancias del juego. No creo que vaya más allá, pero es raro. Para cualquiera que lo analice esto es raro. Ahora con el VAR debería ser automático. Y eso sí que es grave. Que empecemos a dudar del que está al otro lado. Yo hay días que dudo si hay VAR o no.

Ahora cuando vaya a Salas, ¿qué le va a decir a sus paisanos de cómo se encuentra?

Pues les diré que sigo muy ilusionado porque veo que el equipo progresa adecuadamente y que el grupo se va haciendo más fuerte. A eso nos ayuda también la Copa porque todo el mundo se siente importante y eso genera muy buen rollo.

Pacheta, entrenador del Real Valladolid, en el estadio José Zorrilla.PHOTOGENIC

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