Mosqueo en el Real Valladolid por el déficit de penaltis
Los blanquivioletas han visto como los árbitros le pitaban seis penas máximas en contra y no le han señalado ninguno a favor. Lo sucedido ante el Oviedo aumenta el malestar.
La victoria del Real Valladolid ante el Real Oviedo ofreció un remanso de paz a los jugadores después de una dura semana tras el accidente de Gonzalo Plata que puso todos los focos sobre cuestiones extradeportivas. La alegría por colocarse a dos puntos del ascenso directo, pese al mal partido, se ve un tanto ensombrecida por la extrañeza que causa el déficit de penaltis a lo largo de la Liga, en especial, después del arbitraje de López Toca que no quiso ver el penalti sobre Toni en la jugada anterior al gol de Weissman y sí el de El Yamiq a Brugman en la segunda parte.
Lo cierto es que el mosqueo en el Real Valladolid viene por acumulación pese a las palabras de Pacheta después del encuentro ante los azulones cuando afirmó que "había cosas raras" para zanjar este asunto y preferir hablar del encuentro. El Real Valladolid y el Ibiza son los dos equipos con peor déficit en la Liga Smartbank. Ambos son los dos equipos que más penas máximas han sufrido, seis, mientras que ningún trencilla ha señalado un penalti ni a los castellanos y ni a los baleares, conjuntos a los que se une en este aspecto el Amorebieta.
Hay que tener en cuenta que los equipos a los que más penaltis les han pitado son Cartagena y Eibar, con seis, mientras que Almería, Ponferradina, Zaragoza, Fuenlabrada, Lugo y Las Palmas dispusieron de cuatro. Por contra, los pucelanos fueron castigados con seis penaltis, mientras que otros equipos como el Sanse, próximo rival del Pucela, o el Zaragoza no recibieron ninguno en contra.
Hay que recordar que de los seis penaltis pitados en contra, cuatro terminaron en gol y dos, no. El primero de los fallados fue en Lugo, donde Roberto detuvo el lanzamiento, mientras que Borja Bastón, del Oviedo, mandó el balón fuera. Por su parte, el Burgos, el Girona, la Ponferradina y Málaga aprovecharon sus penas máximas.