Estrellas bajo presión
Los mensajes de Xavi calientan el partido ante el Elche. Frenkie de Jong es el principal jugador del Barça bajo la lupa (18:30, Mov. LaLiga)
El día antes del referéndum del Espai Barça, el viejo Camp Nou se sentará a mirar con lupa a un equipo que, antes de enfrentarse al Elche (18:30 horas), no sabe todavía si es decadente, nuevo, o todo lo contrario (sigue el partido en directo en AS.com). Al Barça de estos días no sólo le asfixia la economía. También su situación deportiva, en el que las expectativas bajan a un ritmo de crisis bursátil. Descendido a la Europa League, y con el título de Liga abandonado, el objetivo de mínimos, la clasificación de Champions, está a cinco puntos y las perspectivas no son demasiado brillantes por más que Xavi anunciase el nacimiento de una era después del partido de Múnich.
La llegada de Francisco ha aclarado un poco el panorama del Elche, que pese a la derrota en Mestalla ha salvado sus dos compromisos de Copa y, sobre todo, ganó un partido contra el Cádiz que le permitió salir de la zona de descenso. La trayectoria de Francisco dice que es un entrenador de garantías, que apuesta por el orden y arriba tiene a los dos Lucas, Pérez y Boyé, para hacer ruido; además de Fidel para crear y Morente para aparecer.
Pero volvamos al Camp Nou, que está vigilante. Un buen reguero de jugadores está bajo sospecha, empezando por el portero, Ter Stegen, que ha perdido la magia que le convirtió en ídolo. Los otros dos jugadores que deberían estar tirando del carro, Frenkie de Jong y Dembélé, también van a ser fiscalizados por la afición, alerta después del peligroso mensaje de Xavi el fin de semana pasado ("nos faltan jugadores de empaque"), que tuvo continuidad ayer ("sorprende que sea así estando en el Barça, pero hay jugadores a los que les cuesta entender el juego de posición"). Seguramente la frase sea una verdad tan grande como la Sagrada Familia, pero en un vestuario puede tener efecto bumerán. Xavi es una leyenda y tiene crédito para lanzar órdagos a jugadores que han costado mucho y rinden muy poco. Pero él, como cualquier entrenador, también necesita ganar partidos.