El reto olímpico de Odriozola

Álvaro Odriozola llegó este verano a la Fiorentina en busca de más minutos ante la falta de oportunidades en el Real Madrid. Un hueco que sí ha encontrado en el equipo italiano, donde ha jugado en cinco de las siete jornadas que se han disputado en la Serie A. Esta continuidad en el juego le ha permitido mostrar su velocidad, una de sus virtudes. De hecho, el jugador ha confesado en una entrevista para su club que uno de sus objetivos es poder correr los 100 metros en menos de 10 segundos. “Me gusta mucho el atletismo y los 100 metros es una de mis pasiones. Me gustaría hacer 100 metros a máxima velocidad para saber cuánto tiempo puedo hacer. A ver si algún día podemos bajar de 10 segundos”, ha afirmado.

El lateral vasco es consciente de que su velocidad le es de gran ayuda en las diferentes facetas del juego. “Lo más importante de mi posición es defender y es a lo que me dedico. Es verdad que por mi juego y características soy muy ofensivo, pero siempre me gusta defender y hacer kilómetros al servicio del equipo”, ha desgranado.

Feliz de viola

“Estoy impactado por la forma en la que me han acogido desde que llegué. Cuando me paran por la calle la gente se vuelve loca y yo me vuelvo más loco aún”, ha explicado para agradecer el buen recibimiento que ha tenido en el equipo y en la ciudad. De hecho, ha confesado que le sigue impactando la reacción de los aficionados: “Este fin de semana estuvo mi padre y alucinó en colores de cómo apoyan. Hubo un balón que estuvo a punto de salir, lo toqué un poquito y conseguí hacer un córner. La gente se volvió totalmente loca y se me puso la piel de gallina”.

Odriozola tiene hasta junio de 2022 para devolverle a la afición todo ese apoyo. El jugador ha llegado cedido a la Fiorentina por un año y sin opción de compra. Es la segunda cesión del jugador desde que llegó al Real Madrid en 2018 procedente de la Real Sociedad. En la temporada 2019-2020 estuvo en el Bayern de Múnich, aunque solo llegó a jugar cinco partidos.