Malcom brilla ante el Malmoe

Clasificarse a los octavos de final en un grupo en el que están Chelsea y Juventus es difícil, pero el Zenit ha dado al menos un pase de gigante para continuar su andadura europea esta temporada, aunque sea por la vía Europa League. La victoria ante el Malmoe (4-0) mantiene sus esperanzas de meterse en la siguiente ronda pero, sobre todo, hunde al equipo sueco al fondo de la tabla y dejando la sensación de que tiene muy pocas posibilidades de sumar algo positivo en esta fase de grupos, que se le va hacer muy larga.

Malcom fue el hombre del partido. No funcionó en el Barcelona, pero en el Zenit está más cuajado que una tortilla prefabricada. Se siente el rey del equipo, capacitado para moverse por donde quiera e intentar lo que le apetezca. Y como casi todos los brasileños, se siente más cómodo cuando juega rodeado de sus compatriotas, más en Rusia donde hace mucho frío. De hecho, el primer gol nació de una conexión brasileña. El ex del Barça condujo la pelota por la frontal del área, la pisó, se fue de un par de rivales y habilitó al lateral Douglas Costa para que este metiera un pase de la muerte a Claudinho, que solo tuvo que empujar la pelota a la red.

Con el marcador a favor, el Zenit dio un paso atrás y le dio la iniciativa al Malmoe, que tiene realmente poco, y a su vez aisló a Dzyuba arriba para hacer del gigantesco delantero moscovita una diana a la que mandarle balones. Con ese panorama, los rusos eran todavía más peligrosos: sin problemas atrás y con mucho espacio para correr por delante. Kuzyayev anotó el 2-0 tras una jugada 'charlotesca' de Rakitsky. El central, que había subido a rematar un córner, se encontró el balón en los pies y se puso a improvisar regates en el área. Se trastabilló solo y cayó al césped pero logró levantarse para asistir a su compañero, que definió de cabeza.

El partido quedó sentenciado definitivamente tras la expulsión de Ahmedhozic, que primero fue amonestado por impedir con la mano que Malcolm se plantara solo delante de la portería pero que terminó viendo la roja después de que el VAR rectificara al árbitro por ser el último hombre. Sutormin hizo el 3-0 con trallazo desde lejos en el que pudo acomodarse el balón y disparar tranquilamente ante la pasividad de la defensa sueca y Wendel, en el descuento completó la goleada.