EUROCOPA (CUARTOS) I UCRANIA - INGLATERRA

De excursión por Roma

Inglaterra sale al fin de Wembley; Ucrania un rival peligroso. Italia no trae buenos recueros a la slección británica, allí se quedó fuera de la final del Mundial de 1990.

Getty Images

La Eurocopa de las 11 sedes es para muchos la Eurocopa de Inglaterra, al menos de manera encubierta. Si alcanza la final podrá disputar seis de los siete encuentros en Wembley. Sólo uno, el de hoy, le obliga a salir de su territorio para viajar hasta Roma, donde le espera la estupenda Ucrania que dirige Shevchenko (sigue el partido en directo en As.com).

Será por lo tanto la primera y única excursión de los de Southgate, que hasta el momento han dado más muestra de solidez que de brillo. No han encajado ni un solo gol y han optimizado al máximo los cuatro marcados, tres de ellos por Sterling. Es la Inglaterra que se vio en Rusia, semifinalista del Mundial entonces y con más ambición incluso ahora.

A los ingleses les ha salido todo bien, de momento. Ni el aislamiento de Chilwell y Mount ni los problemas de cara a puerta de Harry Kane han disminuido su buen nivel competitivo. El técnico lo ha fiado todo al rendimiento defensivo y ha dado resultado. Los tres defensas que recuperó ante Alemania o los cuatro habituales han funcionado por igual.

Italia, en cualquier caso, rememora tardes difíciles para los ingleses, como aquella del Mundial del 90 en la que los penaltis ante los alemanes, precisamente, les dejaron fuera. Dos zurdos, Stuart Pearce y Chris Waddle, fallaron ese día.

De zurdos es de lo que vive Ucrania, su rival esta vez. Shevchenko ha obrado un verdadero milagro con una selección a la que se le cae el talento de los bolsillos: Zinchenko, Yarmolenko, Malinovskiy... Coinciden que todos tienen un guante en el pie izquierdo, buena señal.

Una preocupación añadida es la de los hinchas ingleses que puedan viajar a Roma. En los últimos días se ha cortado el grifo de entradas por la variante delta del coronavirus, lo que limitará mucho el número de desplazados. Pero el caramelo para los hooligans es muy goloso: sol, cerveza, precios baratos y una Inglaterra que asusta a Europa. Unas vacaciones en toda regla.

Lo más visto

Más noticias