Chuky, el siguiente zurdo 'elegido'
El canterano del Real Valladolid ha brillado en el tramo final de temporada con el Juvenil de Baptista y será la próxima gran apuesta del club.
El buen fútbol, como el buen toreo, tiende por costumbre ejecutarse con la extremidad izquierda, algo que bien saben en Los Anexos. No en vano, la zurda es la lateralidad de los mayores talentos de las categorías inferiores del Real Valladolid; la de Maroto y Slavy, cuya aparición en la División de Honor Juvenil fue rutilante la pasada temporada, así como la de Chuky, que se ha destapado como la gran sorpresa de este final de curso y la otra gran promesa que viene.
En un año en el que la única posibilidad de ver a la cantera estuvo fuera de casa (o en la valla que delimita las instalaciones del Real Valladolid), muchos lo han descubierto a través de sus goles, publicados en las redes sociales del club, o del último partido, que la entidad ofreció en su canal de YouTube. Siendo su momento de ebullición los dos últimos envites, el lustre a la temporada se lo sacó desde el principio, pues hizo diez tantos con el Juvenil B antes del salto.
Ese buen hacer llevó a la dirección deportiva de Miguel Ángel Gómez a hacerle firmar su primer contrato profesional para las próximas temporadas, garantía de futuro a pesar del interés reiterado de clubes como el Barcelona, desvelado hace meses por el diario Sport. Sin embargo, a la vez que el contexto de crisis económica actual, según ha podido saber AS, la apuesta por él que llevará a cabo la entidad, decidida, puede terminar de alejar a los interesados.
En todo caso, esta se fundamenta en su buen rendimiento -también- a las órdenes de Julio Baptista, con quien hizo dos goles en División de Honor cuando soplan las balas, como se diría en el argot boxístico, el que abrió la remontada ante el Atlético de Madrid y el que inauguró el marcador contra el Real Madrid, choques en los que fue titular y en los que mostró que es capaz de ser decisivo en la máxima categoría juvenil.
Volatilidad y personalidad
Iván San José, que así se llama Chuky, demostró su personalidad en la misma celebración, mirando a la cámara y gesticulando antes de que se le echasen sus compañeros encima. Esta va más allá, sin embargo, puesto que aun siendo del 2004, y aun teniendo enfrente a los rivales del calibre a los que se ha enfrentado, no se ha arrugado; ha formado una prometedora sociedad con Maroto, otra de las joyas de la corona de Ronaldo.
Volviendo a esos dos goles, definen parte de su talento. En el primero, frente al Atleti, controló con el exterior, se la dejó botando y golpeó fuerte desde la frontal, tan ajustado al palo contrario que dio en él. Ante el Madrid, mostró su habilidad para la conducción y disparo pegándole cerca de la escuadra, tras avanzar unos metros después de recibir de Carrión. A esto, le ha sumado dos asistencias en apenas seis partidos, bagaje, cuanto menos, prometedor.
Y es que a su capacidad anotadora (el año pasado hizo 21 goles en cadetes) le añade la volatilidad entre líneas; su movilidad y capacidad para resultar indetectable aun siendo partícipe del juego. No en vano, aunque se trata de un segundo punta moderno, de toque y llegada, Baptista se permitió incluso el lujo contra el Rayo Majadahonda de formar un doble pivote con él y Maroto que, comandó un triunfo (2-0) rotundo en las formas y el juego.
Como lo fue para el mediocentro y para Slavy, su segundo año juvenil, el próximo, se antoja importante para seguir avanzando, toda vez que con los dos anteriores se acortaron plazos de crecimiento con sus apariciones con el Promesas. Conocidas las intenciones de Ronaldo Nazário de apostar por el talento propio, algo que podría condicionar la planificación de la cantera del curso que viene, en Los Anexos caben pocas dudas de que es el siguiente 'elegido'.