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REAL VALLADOLID

MAG: De las ventas más caras a un doloroso descenso

Miguel Ángel Gómez fue la figura de la profesionalización de la dirección deportiva del Real Valladolid antes de errar en su cuarto proyecto.

ValladolidActualizado a
MAG: De las ventas más caras a un doloroso descenso
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No se puede negar que la etapa de Miguel Ángel Gómez en el Real Valladolid haya dado para mucho. El ya exdirector deportivo encarnó la profesionalización de su área, maximizada y dotada de más recursos en Primera División y de la mano de Ronaldo, que en el documental 'El Presidente' llega a afirmar que el club tiene "un departamento de fútbol que es de los mejores que existen", pero, tras un ascenso y dos permanencias, erró en su cuarto proyecto, concluido con el descenso a Segunda materializado este sábado.

El llamado salto de calidad se quedó lejos de serlo, por lo menos en lo que a resultado se refiere, después de que el plantel se resolviera como alejado de los planteamientos de Sergio González, técnico al que le unió un buen 'feeling' las temporadas anteriores, así como, a la postre, de la solvencia necesaria para evitar perder la categoría con unos números pésimos, por ejemplo, ganando solo cinco partidos y encajando gol en todos menos tres.

En esta campaña finalizada, MAG contó con el mayor de los presupuestos de que dispuso en sus cuatro temporadas al frente de la parcela deportiva, en parte, gracias a la mayor venta de la historia, la de Salisu al Southampton el pasado verano. Al mismo tiempo, en esa misma ventana de fichajes se acometió el fichaje más caro del club, un Shon Weissman que culminó su primer año en España con seis goles, a los que no sumó más por falta de suerte y, en algunos momentos del curso, por falta de protagonismo.

Este curso, que quedará como de infausto recuerdo para el andaluz, ejemplificó también problemas experimentados para dar salida al excedente de jugadores. Este provino a veces del afán del cordobés de capitalizar la entidad contando con una serie de futbolistas, entendidos frecuentemente como potenciales, que pudieran foguearse en otros equipos a fin de incorporarse al primer equipo blanquivioleta en el futuro, siendo Marcos André la cara de esta política y otros como Caro, Aguado o Chris Ramos la cruz.

Sus grandes caballos de batalla fueron el lateral derecho y el central. No en vano, la temporada pasada tuvo tres laterales (uno de ellos, Porro, hoy internacional) y en la acabada fueron hasta cuatro los utilizados en Liga, sin que ninguno acabara de brillar (de hecho, Moyano aún tiene 'viudas'). En el centro de la zaga, la irrupción de Salisu maquilló la salida de Calero, otra de las grandes ventas históricas. Sin el ghanés, sin el lesionado Olivas, la defensa fue el gran lunar y, seguramente, la principal rémora que condujo al descenso.

Estructura potenciada

El estatus de Primera División del que ha venido gozando recientemente el Real Valladolid permitió a Miguel Ángel Gómez liderar la consolidación de la estructura deportiva como profesional, no porque carecieran de este carácter o consideración sus predecesores, sino porque su parcela creció de manera casi exponencial, al incrementarse el número de componentes de la secretaría técnica y del número de 'scouts', algo de lo que se ha beneficiado también la cantera, con el culmen de las dos últimas clasificaciones del Promesas.

Después de firmar un insospechado ascenso al alimón con Sergio González, y de conseguir dos permanencias muy meritorias, contando en ambas ocasiones con dos presupuestos ajustados y que estaban entre los más bajos de la categoría, forjó un bloque de futbolistas cuyo periplo por Primera como blanquivioletas llegó hasta esta semana, aunque quizás tuvo otra asignatura pendiente, la de las plusvalías, puesto que apenas se han visto ventas o grandes revalorizaciones, no solamente millonarias.

Sin embargo, el periplo de MAG acaba de manera más triste por el descenso que por todo lo anterior, tras tres años que recordará y uno que a buen seguro querrá olvidar, después de un desgaste, profundo que le colocó bajo los focos de las críticas, y que durante los últimos meses experimentó con el deterioro de su relación con Ronaldo y su entorno, que convertían su salida en posible incluso en caso de que se hubiera obrado el milagro de la salvación y a pesar de tener contrato hasta el 30 de junio de 2022.