Llovía en el Bernabéu con Franco en el palco presidencial. España jugaba con camiseta azul y ‘los rojos’, naturalmente, eran los soviéticos. Apenas se pudo festejar el gol de Pereda porque el empate llegó enseguida. Más calidad y viveza hispana ante el mayor poderío físico de un ordenado rival. Se adivinaba la prórroga cuando un pase de Pereda lo cabeceó magistralmente Marcelino sorprendiendo a Yashin. ¡Gooooooooooool! ¡Campeones!
España 2-1 URSS
Madrid. 21-06-1964 |
Iríbar; Rivilla, Olivella, Calleja; Zoco, Fusté; Amancio, Pereda, Marcelino, Suárez y Lapetra. |
Yashin; Shustikov, Shesternev, Mudrik; Voronin, Anichkin; Chislenko, Ivanov, Ponedelnik, Korneev y Jusainov. |
Árbitro: Arthur Holland (Inglaterra) |
1-0 Pereda 6’. 1-1 Jusainov 8’. 2-1 Marcelino 84’. |
Franco presidió la victoria
Se deshizo la incógnita. Franco estuvo en el palco. Aplaudió de forma ostensible el gol de Marcelino y comentó: Estoy contento de la victoria y del comportamiento del público, que constantemente alentó al equipo español demostrando su entusiasmo sin dejar de mostrarse correcto con el equipo extranjero... Estoy seguro de que el equipo de la URSS, los directivos y acompañantes, se llevarán de España una excelente impresión.
1-0 6’ - Pereda
Pronto estalló la alegría. Internada de Suárez por la derecha y centro al área. Se estorban Shustikov y Shesternev y Pereda aprovecha la ocasión.
1-1 8’ - Jusainov
No se habían acabado los aplausos por el gol español. Ivanov lanza a Jusainov. Falla la defensa española y el extremo bate a Iríbar.
2-1 84’ - Marcelino
Seis minutos para otra angustiosa prórroga cuando Rivilla interceptó el pase de Ivanov a Jusainov. Emprendió veloz carrera por su banda y cuando un rival salió a cortarle el paso prolongó el balón a Pereda. Este, frente a Mudrik, lanzó un centro a media altura. Sorprendentemente cabeceó Marcelino.
Más épica que lírica
Ante seiscientos periodistas de todo el mundo y millones de televidentes europeos, ciento veinte mil espectadores asistieron a un bello y emocionante encuentro de fútbol. Fue un partido nivelado en fuerzas que cayó del lado español porque su juego tuvo más chispa y agudeza. No es la primera ni será la última vez que un gol extraordinario justifica un resultado. El clima apasionante, el nerviosismo, el espíritu de lucha, el temor a perder, tenían que influir en el juego. La final tuvo más de grandeza humana que de calidad futbolística, de épica que de lírica.
Mejor jugador del torneo
Luis Suárez | Centrocampista | España |
Goleadores
Ole Madsen | Dinamarca | 11 |
Bene | Hungría | 5 |
Amancio | España | 4 |
Ponedelnik | URSS | 4 |
Tichy | Hungría | 4 |
Orlando | Italia | 4 |
Cantwell | Rep. Irlanda | 4 |