Dembélé, por fin intocable
Por primera vez desde que llegó en 2017, es indiscutible y, de ser la llave para que llegase Depay, se debate sobre su renovación. El buen trabajo tiene premio: ha vuelto con Francia.
Por primera vez desde que llegó en el verano de 2017, Ousmane Dembélé es un jugador indiscutible en el Barça. Por primera vez, también, ha jugado 23 partidos consecutivos. Y desde que empezó 2021, ha sumado 955 minutos. En 2020, sólo había jugado 365 minutos con Koeman. "Físicamente he cambiado, todo ha cambiado", dice el francés en una entrevista en Telefoot. Ya no había esperanzas en Dembélé, que termina contrato en junio de 2022 y, cosas del fútbol, era la llave para que viniese Depay hace seis meses; y ahora se convertirá en objeto de debate: renovación o venta.
Una vez más, la llave maestra la tenía Koeman. Ha mejorado la preparación física del francés (esos calentamientos preventivos en pretemporada), ha reducido su nivel de error en la toma de decisiones; y hasta se ha inventado una nueva posición en el jugador. Justo cuando vio que el 4-3-3 estaba quedándose sin gasolina decidió colocarlo como delantero en el Sánchez Pizjuán para hacer pensar a Koundé y Diego Carlos. El resultado fue un éxito que se repitió en la vuelta de la Copa ante el Sevilla y en Anoeta. Y que pudo tener una noche memorable en París, donde falló con la espada.
La vida de Dembélé en el Barça había sido un infierno desde que llegó en el verano de 2017. Declarado en rebeldía en Dortmund, casi lo primero que hizo en el Barça fue lesionarse de gravedad en Getafe. Desde entonces, todo fue de mal en peor para Dembélé, incluso esa oportunidad tirada que era el 4-0 contra el Liverpool en la ida de la semifinal de 2019. El fútbol cambia. Ahora Dembélé es indiscutible en el Barça, el club se piensa la renovación. Se cuida más y el buen trabajo tiene premio. El sobrio Deschamps le ha vuelto a llamar para que representa a la campeona del mundo.