Uche Abgo, Borges y Beauvue, un triple patinazo de primera
El Deportivo apostó por Uche, Borges y Beuavue como estrellas diferenciales en Segunda B y los tres están fracasando a nivel individual y colectivo.
Desde que anunció su intención de relevar en la presidencia a Paco Zas, Fernando Vidal tenía claro el jugador sobre el que cimentar su proyecto: Celso Borges. El tico no pudo llegar en el mercado invernal de 2020 por diferencias con su club, el Göztepe turco, pero el presidente blanquiazul volvió a la carga este verano, cuando el Depor estaba descendido pero todavía inmerso en el caso Fuenlabrada. Y la segunda, fue la vencida y Borges regresó a A Coruña a pesar de saber que iba a jugar en Segunda B. Una ambiciosa apuesta de un internacional con Costa Rica que llevaba jugando en Primera en cinco países diferentes durante más de una década. Y también una ambiciosa apuesta para el club, que militando en la tercera categoría del fútbol español le firmó un contrato de larga duración (nunca se confirmaron los años) y con cantidades que no cobran la mayoría de jugadores en Segunda. De hecho, Fernando Vidal aseguró en una entrevista a AS que si no se ascendía no podría seguir la próxima temporada.
El rendimiento de Borges, de 32 años, como el del equipo, ha ido de más a menos, aunque nunca en toda la temporada se llevó a ver el atisbo del futbolista que fue en su anterior etapa en el Deportivo. El tico es el único jugador de la plantilla que ha disputado los 15 partidos de liga, y todos ellos como titular. A pesar de esta continuidad su rendimiento está siendo realmente bajo, tanto en el esquema de Fernando Vázquez como con Rubén de la Barrera. Uno de los aspectos que está echando en falta especialmente el equipo es su aportación goleadora. A pesar de ser un pivote, Celso Borges siempre se caracterizó por ser un buen llegador y un peligro en el juego aéreo. Este año no se ha estrenado y, lo que es peor, apenas se contabilizan dos remates con peligro en toda la liga.
El esfuerzo económico con Borges, que llegó libre, no fue el único del club. El Deportivo también hizo una inversión muy importante para retener a Uche Abbo, uno de los fichajes del anterior mercado invernal. El nigeriano, de 25 años, llegó en enero de 2020 fuera de forma, pero cuando la cogió mandó en la media con una enorme autoridad hasta su lesión de rodilla ante el Tenerife, que le hizo perderse los últimos cinco partidos de LaLiga. En verano continuó su recuperación en A Coruña pendiente de su futuro y finalmente se comprometió con el Depor hasta 2024. Uche inició la temporada falto de forma tras su lesión y fue suplente los tres primeros partidos de liga. A partir de ahí, siempre ha sido titular excepto los partidos ante Zamora, Salamanca y Compostela, que se perdió por coronavirus y una lesión nunca confirmada. Llamado a dominar la media y dar equilibrio al equipo, apenas ha jugado uno o dos partidos al nivel que se le supone. El nigeriano y Borges estaban llamados a marcar diferencias en el centro del campo y el Depor, que tendrá que luchar por no descender, los sigue esperando.
Otro jugador más ‘fuera de categoría’ de la plantilla diseñada por Richard Barral es Claudio Beauvue. El guadalupeño estaba en diciembre de 2019 en Primera con el Celta, en enero con Segunda en el Deportivo y ahora en Segunda B. Se le fichó para encargarse del gol y no lo ha conseguido ni en la categoría de plata ni la de bronce. La pasada temporada, después de 400 minutos en blanco y no conseguir afianzarse en la titularidad, marcó sus dos únicos goles ante el Fuenlabrada (2-1) en el partido del paripé que cerró el curso. Esta campaña arrancó con gol ante el Salamanca (2-1), pero desde entonces suma 446 minutos y seis titularidades sin ver puerta. En los últimos cuatro partidos De la Barrera ha elegido a Rayco, Adri Castro y Miku antes que a él. Tiene contrato hasta 2022. A la delantera también llegó Miku, que ni se ha estrenado. Lastrado por las lesiones, su caso es diferente porque llegó como jugador en paro tras varios años en ligas menores.