La Atalanta se aferra a su otro Papu

El 26 de enero de 2021 se rompió uno de los matrimonios más bonitos que ha dado el fútbol italiano. Alejandro Darío Gómez, más conocido como el 'Papu', dejó "su" Atalanta para fichar por el Sevilla. El argentino fue, de la mano de Gian Piero Gasperini, el núcleo fundamental de la ascensión de 'La Dea' en Europa. Las conocidas desavenencias con el entrenador del equipo bergamasco le empujaron a buscar una salida. Muchos pensaban que era una ruptura que afectaría gravemente a ambas partes, sobre todo en clave Champions League, como futuro rival del Real Madrid en los octavos de final. Sin embargo, no han tardado en encontrarle reemplazo.

Matteo Pessina (Monza, Italia, 1997) ha dado un paso adelante durante esta temporada. Su papel ya iba a ser importante, y más después de su boyante cesión en la revelación del Hellas Verona durante el curso 2019-20, donde llegó a registrar siete goles. No obstante, su rol como mediapunta titular, dentro del 3-4-1-2 tan característico de la Atalanta, no le garantizaba de entrada tantos minutos. Figuras como las de Pasalic, Malinovskyi o Miranchuk (por el que pagaron cerca de 15 millones de euros el pasado verano), a priori, le cerrarían las puertas. 

Sin ir más lejos, Pessina fue fundamental para guiar a la Atalanta hacia su cuarta final de la Copa italiana, donde se medirá a la Juventus.Marcó dos de los tres goles de 'La Dea' en su victoria por 3-1 contra el Nápoles (quedaron 0-0 en la ida), siendo ambos de una bella factura en su combinación con el delantero colombiano Duván Zapata. Lo cierto es que ya aglutina un total de 22 partidos, la gran mayoría partiendo desde el once inicial (18). Entre ellos, cinco de Champions League, además, como pieza importante en victorias cruciales en su visita al Liverpool en Anfield o al Ajax en el Johan Cruyff Arena.

Y es que esas buenas actuaciones también le han servido como billete para la selección italiana, debutando con la 'Nazionale' el pasado mes de noviembre. Una nueva variante que se le presenta a Roberto Mancini con las miras puestas a la Eurocopa de este verano. Esta irrupción se trata de un premio que le llega después de su paso por el Monza, club de su ciudad natal, de donde dio el salto al Milan. Su reclutamiento de joven le llevó a encadenar varias cesiones (Lecce, Catania o Como), hasta que se cruzó la Atalanta en su camino. Aterrizó en Bérgamo como parte de la operación que llevó a Andrea Conti a San Siro. Tras un préstamo en Verona, está de vuelta para aprovechar la situación y ganarse a Gasperini. No "baila" como el 'Papu', pero sí cubre un vació que parecía que iba a ser mucho más grande.