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REAL MADRID

Zidane se la juega a una carta

El Madrid ha perdido Liga, Copa y Supercopa en 15 días. Sólo levantar la Champions le permitiría seguir entrenando al Real Madrid.

En el espacio de 15 días, al Real Madrid se le ha esfumado la posibilidad de ganar tres títulos de una tacada. La Supercopa, perdiendo en semifinales ante el Athletic, la Copa, haciéndolo ante el Alcoyano, un dignísimo Segunda B, y tiene la Liga casi imposible con una secuencia de dos empates y una derrota en los últimos cinco encuentros del campeonato… Ahora, todo queda reducido a una especie de todo o nada a la Champions. Zidane se juega su futuro en esta competición. Sólo ganarla puede asegurar su continuidad en el puesto. Pero el primer objetivo, como es lógico, es el Atalanta (ida el 24 de febrero, vuelta el 16 de marzo).

Zidane tiene antes cuatro partidos en los que encajar las piezas del puzle para afrontar ese partido del 24-F con garantías. Son Huesca, Getafe, Valencia y Valladolid. Un banco de pruebas que durará casi 25 días y que le permitirá perfilar su apuesta definitiva para jugársela en esos siete encuentros de Champions que quedarían en caso de que el Madrid llegase a disputar la final. No será difícil, por tanto, ver que comienzan las rotaciones en Liga, pues para ese 24 de febrero no puede haber vías de escape en el once elegido.

A estas alturas parece obvio que Zidane no confía en más de 13 o 14 hombres de los que tiene en plantilla. En ese once tipo que debe jugársela en Champions sólo hay una duda: en condiciones normales sería Hazard el que acompañara a Benzema y Asensio, pero no hay que descartar la posibilidad de que fuera Lucas Vázquez el elegido (si el belga sigue sin levantar el vuelo) y que Asensio terminara jugando en la izquierda. Por lo demás, y ya desde el banquillo, sólo hombres como Valverde (45% de los minutos posibles) y Vinicius (47%) en menor medida (es difícil que Rodrygo llegue a ese enfrentamiento ante Atalanta) pueden tener protagonismo.

Ojo al capitán Ramos.

El otro aspecto que más preocupa a Zidane es Sergio Ramos. Para el entrenador, que su renovación esté aún pendiente es un hándicap porque enrarece el ambiente. De cualquier manera, con la Liga perdida, va a ahondar en la idea que ya ha puesto en marcha el propio jugador de dosificar sus esfuerzos. Con el capitán los números hablan por sí solos. Él no estaba en cinco de las ocho derrotas del equipo esta temporada. Más aún, en Champions el Madrid ha perdido ocho de los últimos diez partidos que él, por sanción o lesión, no ha podido jugar.

El Madrid de la primera etapa de Zidane perdió 16 de sus 149 partidos. El de la segunda etapa del técnico francés ha perdido 19 de sus 90 partidos. Está claro que todos los signos llevan a concluir que la empresa europea está más complicada que nunca este año. En las dos últimas temporadas el Madrid cayó en octavos (ante Ajax y City). Desde que se fue Cristiano el equipo sólo ha podido levantarla la extraña Liga del coronavirus. Un oasis en las últimas tres temporadas aunque, en esta última, aún queda el clavo ardiendo de la Champions League.