REAL MADRID

Isco está en el aire

No estará hoy en Ipurua, donde se inició su conflicto con Solari y en enero apretará para que el club le facilite la salida. El Madrid insiste: exigirá cobrar un traspaso.

En Eibar se inició hace más de dos años uno de los episodios más polémicos de Isco en el Real Madrid, la raíz de su conflicto con Solari; y, casualmente, no estará hoy en Ipurua por una pequeña lesión. Un círculo que puede cerrarse en enero, cuando el malagueño apretará a la entidad blanca para que le facilite la salida al destino que elija.

Una situación complicada porque Isco tiene mercado potencial, dados su nombre y su calidad, pero no tiene ofertas consistentes para llevar a cabo un traspaso. Ahí está el punto clave: el Madrid no le va a retener contra su voluntad, pero no quiere cederlo (porque acaba contrato en 2022) ni regalarlo. Si se va, tiene que ser dejando dinero en caja. Una condición en la que el club, que está teniendo que hacer malabares en su economía por la pandemia, es de momento inflexible.

El valor de Isco es la gran preocupación. El centrocampista de Arroyo de la Miel contó en el pasado con propuestas relevantes de Inglaterra (donde ahora también siguen pendientes de qué sucede con él), del City, y de Italia, en este caso de la Juventus. Su valor de mercado ha ido decayendo desde aquel incidente con Solari, cuando curiosamente estaba en su tope máximo histórico (90M€) según la web especializada Transfermarkt, y con Zidane ha terminado de venirse abajo. Ahora mismo su valoración es de 20M€.

El Madrid le tasa en 60 millones de euros como mínimo

Pero una cosa son las valoraciones externas y otra la del propietario del futbolista. El Madrid considera que es un activo que debe reportar un ingreso económico en su adiós. Isco tiene 28 años, vitola de internacional cuando ha jugado (su última llamada fue en junio de 2019) y mucho fútbol por delante, además es plausible que se vaya a un potencial rival directo, ahora o en el futuro. Por eso, y porque como informó AS, el Madrid sospecha que Isco ya tiene un pretendiente oculto al que puede haber dado el sí. En la entidad se tasa el traspaso en una cifra entre 60 y 70 millones de euros.

Enero supondrá un tira y afloja entre el padre de Isco, que es su representante, y el Madrid. El club o clubes que quieran al malagueño han de acometer su salario, que supera los 6 millones de euros netos.

Mientras se decide qué pasa con Isco, el propio futbolista apenas puede lucirse. Ha desaparecido por completo de los planes de Zidane, antaño uno de sus defensores, en los partidos grandes que solía jugar (ni un minuto en el Clásico, el derbi, el Pijzuán ni ante el Inter), al malagueño le cazaron quejándose de ello en el Camp Nou y a eso ha unido varias lesiones, la última este golpe en el tobillo para no poder estar en Ipurua. El lugar que desencadenó todo.

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