Caso Fuenlabrada: más de un mes instalado en el caos
La suspensión del Depor-Fuenlabrada el 20 de julio ha provocado un reguero de comités, Ligas de 22, 24 o 26 y denuncias que tiene en jaque el futuro de Laliga SmartBank.
El pasado 20 de julio, hace ya más de un mes, explotaba la bomba al anunciarse la suspensión del Deportivo-Fuenlabrada tras conocerse la existencia de siete positivos por COVID-19 en el equipo madrileño. Era el partido clave de la jornada, con el descenso y el playoff en juego. La decisión fue suspender sólo el partido de Riazor, lo que dio lugar al inicio de una batalla jurídica que ha ido creciendo como una imparable bola de nieve hasta hoy. Después de unas dubitativas declaraciones del presidente del Deportivo en caliente, el club emitió un comunicado a las 21:07 horas pidiendo la repetición de la jornada íntegra al no “poder competir en igualdad de condiciones”, algo que también hicieron Numancia, Albacete y Elche. El resto de partidos se jugaron y los resultados dejaron al Depor como equipo de Segunda B y al Fuenlabrada a un punto del playoff.
Al día siguiente el foco cambió del césped de Riazor al Hotel Finisterre, lugar donde se concentraba el Fuenlabrada en A Coruña. La decisión fue confinar y aislar al equipo madrileño al tiempo que el Depor pedía formalmente a Competición la repetición de la jornada íntegra. Las dudas de cómo había sucedido el viaje del Fuenla derivaron también en un tema sanitario, con el ayuntamiento de A Coruña acudiendo a la Fiscalía y la Xunta abriendo un expediente. Los protocolos de LaLiga patinaban a medio metro de la meta y el propio CSD, prácticamente desparecido desde entonces, calificaba de “grave error” el viaje del Fuenlabrada. Fueron dos días de cruce de declaraciones de Fernando Vidal, Praena o el propio Tebas, que llegó a asumir toda la responsabilidad del viaje y las decisiones tomadas por el Fuenlabrada.
Desde ese momento, los hechos se precipitan, el Fuenlabrada llega a acumular hasta 28 positivos por COVID-19, aparece en escena el hijo de Tebas como abogado del Fuenlabrada, se conoce que el médico del equipo madrileño no viajó a A Coruña, la postura de LaLiga toma una vía unidireccional de apoyo al Fuenlabrada, el Deportivo solicita la suspensión cautelar de la jornada y los comunicados de todas las partes se convierten en pan nuestro de cada día. El juez de LaLiga aparece en escena reprenderer al Deportivo y el de la Federación llama a declarar a medio Fuenlabrada. Todo un lío que lleva a la RFEF a proponer el 31 de agosto una Liga de 24 equipos como salida. Poco después, propuesta de una Liga de 26 equipos del Extremadura (algo que solicitó la AFE este jueves) e incluso un Espanyol que fue más allá al sugerir que quedasen sin efecto todos los descensos a Segunda.
Entre medias a todos estos sucesos se mueve la polémica sobre cuándo se debe disputar el partido suspendido, con un Fuenlabrada que llega a decir que acepta no jugar (LaLiga le da las gracias) para rectificar poco después y exigir que se dispute con rapidez. Todo, rodeado de recusaciones cruzadas hacia los jueces y Competición desestimando la suspensión cautelar del partido y dando luz verde para jugar. La fecha se convierte en otro embrollo. Primero prisas de LaLiga con el miércoles 5 de agosto como día, luego marcha atrás al acelerador del propio Fuenlabrada pidiendo más tiempo y una fecha final aprobada: el viernes 7 de agosto.
Mientras, más carnaza al asador al estallar el caso Bergantiños. El 4 de agosto se filtra un audio de whatssapp del capitán al vestuario con el famoso ‘paripé’. El Fuenlabrada lo pone en conocimiento de la Fiscalía y 14 horas después, con denuncia de LaLiga de por medio, Bergantiños es detenido e interrogado en la comisaría de Lonzas de A Coruña. Precisamente este pasado jueves se cerró ese capítulo al desestimar el juez la denuncia y criticar la actuación de la CENPIDA. Pero aún queda más lío por dilucidar, ya que el capitán blanquiazul denunció el miércoles 19 a los policías que lo detuvieron por “detención ilegal”.
Paralelamente a todo este caos, el Fuenlabrada comenzaba a abandonar el Hotel Finisterre al ir dando jugadores y cuerpo técnico negativo en COVID-19. El proceso termina el 5 de agosto. El día 7 Numancia y Deportivo solicitan la inhabilitación de Tebas ante el CSD, el Fuenlabrada viaja a A Coruña con sólo siete jugadores profesionales y por la tarde se juega al fin el partido en Riazor, que termina 2-1. Así, en teoría, se finaliza la Liga regular con el Depor descendido y el Fuenlabrada sin promoción de ascenso. La disputa del eterno partido permite que arranque el playoff de ascenso a Primera, que todavía terminará este domingo.
La RFEF vuelve a insistir el 12 de agosto en una Liga de 24, dándole de plazo a LaLiga para contestar hasta el día 14, cosa que hace para rechazarla de forma frontal y rotunda, y pocas horas después el Fuenlabrada se querella contra la Federación. El día anterior al ‘no’ de Tebas, el Depor solicita formalmente al Comité de Competición el descenso del Fuenlabrada. Días de locura que culminan el 15 con la propuesta del juez instructor a Competición de descender al equipo madrileño (las alegaciones no terminan hasta el 31 de agosto). La recusación inadmitida del juez por parte de LaLiga y Fuenlabrada con duras acusaciones (pelele entre otras); la filtración del audio del médico del equipo azulón con guerra mediática de por medio; la querella de Rubiales y García Caba (secretario general de la RFEF) contra Praena; la absolución de Bergantiños; y la Liga de 26 de AFE han sido algunos de los capítulos de esta última semna. Porque esta historia interminable no tiene fin y entre jueves y viernes el Deportivo solicitó a la RFEF suspender cautelarmente el sorteo del calendario hasta que falle Competición y por segunda vez, la inhabilitación de Tebas ante el CSD. La bola no para de crecer y ya ha llegado al Congreso tras pedir el PP la comparecencia de Irene Lozano para explicar la inacción del CSD en un Caso Fuenlabrada que está poniendo patas arriba el fútbol español.