Zidane, el azote del Barça

En poco más de cuatro años, con el carné todavía casi nuevo, Zidane se ha convertido en un consumado y contrastado entrenador en la élite. Sus dos especialidades, los rescates y los triunfos, le han evitado al Real Madrid varios dramas históricos y tienen al Barcelona contra las cuerdas: desde enero de 2016, cuando el francés cambió el banquillo del Castilla por el superior, el más caliente del mundo, ha levantado 11 trofeos por 8 en el Camp Nou.

Cuando Zidane apareció, el marcador histórico de títulos era 83-87, por el 94-95 actual, a favor del Barça, que en plena era Messi se las prometía muy feliz. No vio venir ese parcial de 11-8 con el marsellés, que en estos años a los que hay que descontarles sus meses sabáticos ha estrechado la distancia. En el Camp Nou han celebrado tres Ligas, tres Copas y tres Supercopas de España, pero se han despedido de las Champions (la última es de 2015) y las posibilidades que abre la máxima competición europea: la Supercopa de Europa y el Mundial de Clubes más recientes son de agosto y diciembre de 2015, cinco meses y uno, respectivamente, antes de la irrupción de ZZ.

Además, Zidane, que promedia un título cada 19 partidos, tiene un balance más que positivo en los cara a cara de los Clásicos. Ha dirigido nueve, con cuatro victorias (un 44,44%; dos para lograr la Supercopa de 2017), tres empates (33,33%) y sólo dos derrotas (22,22%). En ellos sale ganando por poco en el conteo de goles: 14-11. Pero estas estadísticas son más reveladoras si se mira a lo ocurrido durante el respiro del francés, en el que hubo cuatro Clásicos con tres derrotas y un empate, dos tantos marcados y diez encajados. La película es ahora otra porque Zidane le tiene tomada la medida al Barça.