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CELTA - BETIS

Duelo por la tranquilidad

Los dos equios quieren sellar la salvación virtual para poder acabar la temporada con tranquilidad. Óscar y Alexis tendrán que apañárselas sin Denis Suárez ni Fekir.

Lucas Olaza golpea el balón durante una sesión de entrenamiento reciente en A Madroa.
Salvador Sas / Diario As
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Hace apenas doce meses reinaba la ilusión en torno a Celta y Betis, que empezaban a dibujar sendos proyectos con la mirada puesta en Europa. Un año después, el cuento cambió radicalmente y el único deseo es que termine cuanto antes esta tortura de temporada. Los vigueses reaccionaron tras el confinamiento y ampliaron la ventaja con el descenso hasta los ocho puntos, pero el varapalo del martes en Mallorca ha vuelto a activar las alarmas. Los verdiblancos, por su parte, no consiguen salir de la cuarentena. Cuatro puntos de dieciocho posibles en la vuelta de LaLiga (sólo ganaron al colista Espanyol), el fin de la era Rubi y una imagen preocupante en los partidos. Tienen margen con el descenso (ocho puntos), pero conviene no confiarse (sigue el partido en directo en As.com).

Esta tarde en Balaídos faltará una importante dosis de talento, ya que no estarán Denis Suárez (lesionado para lo que resta de curso) ni Fekir (sancionado). Tienen recursos suficientes, no obstante, Óscar y Alexis para buscar la victoria de la tranquilidad, el triunfo que otorgue la calma prácticamente definitiva. La baja del canterano celeste abre la puerta de la titularidad a Nolito, quien ha jugado los cuatro partidos desde su regreso como suplente.

Estilos ofensivos. Tanto Celta como Betis fueron configurados para jugar al ataque. Sin embargo, las circunstancias del curso han hecho que Óscar crease un equipo más pragmático para ser eficaz, ganando en seguridad defensiva para crecer. Pese al manotazo de Mallorca (5-1), el Celta es ahora un equipo sólido. Todo lo contrario sucede en el bando bético, que sólo ha conseguido dejar su puerta a cero una vez en los últimos nueve partidos que ha disputado. Hoy dará igual el estilo y la pizarra, lo único que les sirve a los dos equipos es ganar para alcanzar la tranquilidad.