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MALLORCA 5 - CELTA 1

El árbitro y el VAR abochornan al Celta y el Mallorca le atropella

El colegiado señaló un penalti difícil de defender en el 1-0 bermellón. El Mallorca le endosa un contundente 5-1 a un Celta endeble y la distancia entre ambos se reduce a cinco puntos.

El VAR no gana para disgustos, defenderlo pasará, a este ritmo, a ser una misión suicida y la actuación y decisión de De Burgos Bengoetxea tampoco le hizo ningún favor. El penalti del 1-0 en una acción de Santi Mina sobre Dani Rodríguez fue surrealista y marcó un encuentro que abochorna al Celta y deja al Mallorca con argumentos y confianza para seguir luchando por la permanencia. El 5-1 que logró el conjunto bermellón le deja a cinco puntos de los vigueses, que marcan la permanencia y vuelven a sentir la presión.

El duelo se arrancó con un ritmo parsimonioso, pero en el minuto 7 todo saltó por los aires. Dani cayó dentro del área ante Santi Mina y De Burgos Bengoetxea no tardó ni un segundo en señalar el punto de penalti. De primeras, la acción ya dejaba algunas dudas por la reacción de Mina y después se desató la tormenta. El VAR instó al colegiado a ver la jugada en la televisión y la consulta duró seis minutos (la interrupción más larga en la historia de LaLiga). Tras ver infinidad de repeticiones, algunas a cámara lenta, lo que se esperaba era que se corrigiera la decisión y se señalara bote neutral, pero el árbitro no lo hizo. Se reafirmó. Penalti, muy polémico, y Budimir tomó la responsabilidad de lanzarlo y no falló. El 1-0 dio calma al Mallorca y fue un pullazo para un Celta que trató de reaccionar de inmediato. Pero entonces emergió un magnífico Manolo Reina. El meta bermellón amargó primero a Bradaric y después a Murillo. El cabezazo del central tras un córner lo sacó sobre la línea.

Asentado más el partido, el conjunto de Óscar García se adueñó del balón, pero olvidó la pegada. Todo lo contrario de un Mallorca efectivo y desatado. Cucho y Pozo (se estrenó como goleador con la camiseta bermellona) se aprovecharon de las facilidades defensivas y pusieron el 3-0 en el marcador. La mejor noticia para los visitantes fue la llegada del descanso y en los primeros minutos de la segunda mitad se dispusieron a soñar. El tanto de Aspas, de penalti, en el 49' les dio motivos para ello, pero solo tres minutos después Budimir le devolvió a la realidad con el 4-1. El Mallorca era un ciclón, le salió todo en ataque (el Celta fue una comparsa) y Salva Sevilla redondeó el triunfo con el 5-1. El fútbol les da una nueva oportunidad a los bermellones de creer en la salvación y lo hace a costa de un Celta que no se despega del lío.