Los cinco motivos para la renovación de Óscar García

Mejoría defensiva: Es su gran logro, por no hablar de milagro. Ha convertido un coladero en un muro infranqueable. El Celta se caracterizaba en los últimos años por ser un equipo muy frágil en la retaguardia, mientras que en los últimos tiempos apenas concede ocasiones de gol. Acumula casi trescientos minutos sin encajar, algo impensable en las últimas temporadas.

Variedad táctica: El primer día ya sorprendió con un sistema que nadie esperaba en el Camp Nou (5-3-2) y desde entonces ha alternado ese dibujo con su favorito 4-3-3. Ha sabido transmitir a los jugadores los conceptos de ambas tácticas y el equipo sabe cambiar de uno a otro sin ningún problema. Muchas veces opta por variar en el propio partido. Los futbolistas siempre tienen claro qué deben hacer en cada momento. Más de uno se ha manifestado en esa dirección: “Ahora tenemos las ideas claras”.

Lectura del partido: Sus decisiones desde el banquillo han tenido mucha incidencia, sobre todo en las últimas semanas. Sisto, Denis Suárez y Santi Mina fueron protagonistas en las últimas jornadas partiendo como suplentes. También supo leer el partido ante el Leganés sin hacer ningún cambio pese a la tempranera expulsión de Bradaric. Tras el gol de Aspas, movió el banquillo para maniatar a los madrileños y asegurar un triunfo épico.

Motivación: Su primera decisión al hacerse cargo del equipo fue recuperar para la causa al defenestrado Pione Sisto. Le dio la alternativa y el danés se reenganchó al fútbol. También tuvo temple para tirarle de las orejas cuando fue necesario y, pese a su irregularidad, ahora es un jugador enchufado. No obstante, su gran medalla es haber recuperado la mejor versión de Rafinha. Otro que ahora parece más centrado es Aidoo, a pesar de que ocupa el rol de tercer central de la plantilla.

Balaídos: El fortín de Óscar. Nunca ha perdido como local y ha conseguido dos victorias épicas, ante Sevilla y Leganés, que han servido para enganchar a un público muy decepcionado con el último año y medio del equipo. Además de los resultados, el juego del equipo ha mejorado de forma considerable. El celtismo ve ahora a un equipo sólido, que tiene un plan para cada partido y lo desarrolla según lo estudiado durante la semana.