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SLAVIA - BARCELONA

Un partido estratégico

Al no jugar el sábado ante el Real Madrid, el Barcelona irá a por todas y Valverde no reservará nada ante el Slavia de Praga. Messi, Luis Suárez y Griezmann, ataque de lujo.

Messi, Suárez y Griezmann, en el entrenamiento que el equipo realizó en Barcelona antes de viajar a Praga.
Messi, Suárez y Griezmann, en el entrenamiento que el equipo realizó en Barcelona antes de viajar a Praga.Gorka Leiza
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Gracias a la intervención de Javier Tebas aplazando el Clásico que debía jugarse el próximo sábado, el Barça saldrá esta moche al césped del Eden Arena (21:00 horas Movistar Liga de Campeones) dispuesto a quemar las naves para lograr un triunfo estratégico ante el Slavia de Praga (sigue el partido en directo en As.com).

Los de Valverde son conscientes de que en la presente jornada y la que viene cuando los checos retornen la visita en el Camp Nou tienen la ocasión de dejar encarrilada su clasificación para octavos para evitar un noviembre terrible en el calendario tanto en Laliga como en Europa.

Por tanto, cualquier tentación de rotaciones para preservar jugadores de cara al Clásico ha quedado aparcada ante el partido de esta noche. Con el Barça recuperando este pasado fin de semana el liderato de LaLiga y asentando por primera vez una actuación convincente del tridente Messi-Suárez-Griezmann  se prevén muy pocos cambios en la alineación respecto al equipo que ganó el sábado en Ipurua.

Piqué, que no pudo jugar ante el Eibar por sanción entrará por Umtiti y Semedo regresará al lateral derecho porque Sergi Roberto cayó lesionado. El resto, los mismo que en LaLiga por mucho que Dembélé regrese a la convocatoria con piernas frescas tras el parón de selecciones y su partido de sanción. El francés apunta a banquillo a la espera de salir al campo en la segunda parte.

Existe en el equipo barcelonista mucho respeto por el Slavia, un equipo que en las dos primeras jornadas ha dejado más buenas sensaciones que resultados. Su debut en el Giuseppe Meazza ante el Inter (1-1) demostró que el conjunto checo es un equipo desacomplejado y que juega a un ritmo altísimo.

En la segunda jornada, perdieron ante el Borussia Dortmund por 0-2, pero el resultado no refleja para nada lo que sucedió sobre el terreno de juego. Pagaron una novatada que no quieren que se repita ante el Barcelona.