Sorpresa en el primer partido: el Slavia empata en San Siro
Un gol de Barella en el 93' evitó la catástrofe para el Inter ante el rival más débil. El empate (1-1) dinamita el grupo F desde la primera jornada.
Primer partido de Champions y primera sorpresa. El Slavia de Praga empató con Inter en San Siro (1-1) y dinamita un grupo F (en el que también están Barça y Dortmund) en el que se daba por hecho que los checos quedarían últimos sin apenas dar guerra. Este empate en casa ante el que a priori era el rival más débil resulta un contratiempo terrible para equipo de Conte, que llegaba al encuentro con un áurea de superioridad renovada tras su gran inicio en la Serie A, en la que cuenta sus partidos por victorias.
El Slavia tiene pocos recursos, pero los que tiene los sabe utilizar muy bien. El balón parado es su principal fuente de peligro (que se lo pregunten al Sevilla la temporada pasada) y así lo hizo notar desde el principio. Primero Stanciu de libre directo y luego un par de córners que se pasearon por el área de Handanovic pusieron en jaque al Inter en los primeros compases del partido. A eso, los checos le sumaron una presión muy alta que puso en muchos aprietos al conjunto nerazzurri, durante todo el encuentro.
No fue hasta el minuto 15’ cuando Lautaro hizo saber a los asistentes a San Siro que el Inter estaba jugando. El argentino, que se desmarca maravillosamente bien, aprovechó una de sus huidizos movimientos para rozar el gol tras un disparo cruzado que lamió el poste. El ex de Racing es el gran beneficiado de la llegada de Lukaku. Dejar de ser la referencia para jugar con más libertad y que sea el belga el que se faje con los centrales le da más posibilidades de mostrar sus virtudes, que son muchas y muy buenas.
El resto de la primera parte fue un correcalles. Ambrosio pudo abrir el marcador tras rematar en el área pequeña un centro medido de Sensi , pero Kolar detuvo la pelota a bocajarro; Masopust hizo enmudecer el estadio tras poner un pase atrás que se paseó por el área al no encontrar destinatario; Candreva lo intentó desde lejos y Olayinka estuvo desacertado en dos remates en el área que se marcharon alto. El partido de tenis, de lado a lado, no sirvió para llegar al descanso con goles.
Las malas noticias para el Inter se acumularon al inicio de la segunda parte. A los dos minutos Candreva, se retiró lesionado, poco después Asamoah rozó la roja, de la que le libró el VAR, y en el 65’ Olayinka adelantó al Slavia al aprovechar casi en la línea de gol, un rechace tras un paradón de Handanovic a Masopust. Todo ello dejó muy aturdido al Inter, que vio como a los pocos minutos Stanciu y Masopust pudieron ampliar la ventaja (sus disparos se fueron rozando los postes).
Conte reaccionó con un doble cambio (dio entrada a Politano y a Barella) pero no se notó ninguna mejoría en el Inter, todo lo contrario: las ocasiones más claras llegaron de lado del equipo checo, que a su vez, sufrió poco en defensa. El Inter mostró su cara más desesperada en los diez minutos finales. Sus jugadores estaban nerviosos, cometían imprudencias y se veían impotentes en cada acción errada.
Sin embargo, la suerte se puso del lado del Inter en el descuento. Una falta de Soucek al borde del área fue la ocasión perfecta para que Barella se pusiera la capa de superhéroe y se convirtiera en el salvador del equipo italiano. Sensi lanzó al larguero y Barella, cazó el rechace para hacer el empate. Lukaku pudo hacer de Milán una fiesta si en el 95' su cabezazo no se hubiera topado con las manos del portero checo, que blindó un empate que puede ser vital para el desarrollo del grupo.