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BARCELONA

Vuelve Messi, se cura el entorno del Barça

El regreso del argentino, que ya sí que aparenta haber vuelto para quedarse, dio el punto ganador y de magia que necesitaba el equipo ante el Inter. Su presencia tranquiliza el entorno.

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Vuelve Messi, se cura el entorno del Barça
Getty

Impresiona el conocimiento del juego de Leo Messi. De haber jugado apenas tres ratos en la temporada, Borussia Dortmund, Granada y Villarreal, pasó a ser capaz de soportar por primera vez los 90 minutos del partido ante el Inter y, sobre todo, supo dosificarse con una sabiduría que dan los años, pero también ese talento innato que le convirtió en el mejor hace tantos años ya. Messi eligió bien los momentos para empujar al equipo con sus clásicas arrancadas. En una de ellas, casi al final, encontró a Suárez. Luego corrió a abrazarse a su amigo. Con Messi de vuelta, el Barça gana y se cura.

A Messi se le vio en capitán. No estuvo especialmente comunicativo en el campo con sus compañeros, pero sí fuera para debatir en el túnel de vestuarios sobre cómo rediseñar la defensa que el Inter estaba saltando con facilidad ("no nos volvamos locos, muchachos; salimos a presionar, y tan normal"). También presionó a Skomina y probó su puntería. Ni inquietó mucho a Handanovic, todavía le falta energía para el gol. Comprobado ese asunto durante el partido, la decisión fue tirarse unos metros hacia atrás. Primero, a zonas más cómodas. Luego, donde se estaba cociendo el partido. Y salió triunfador. Griezmann mandó al limbo una ocasión clarísima. Suárez sí que no desperdició el pase de su socio.

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Messi también sintió la necesidad (porque eso lo decide él) de salir y poner cierta paz social en el barcelonismo, un valor añadido en tiempos revueltos. Que Messi hable en el Barça resulta trascendental. Su presencia tranquiliza el entorno. Y eso es exactamente lo que hizo. Eso sí, a su manera. No quiso hablar directamente de la relación con la directiva. Tampoco de su trato con Griezmann, y aunque lo hizo con cierta delicadeza, dejó claro que el Barça "no tiene una base buena de entrenamientos". "Es una realidad, no una crítica", añadió. Dio la sensación de que Messi quiso dejar claro que vestuario y directiva viajan por dos vías distintas, pero que sí ha llegado un momento de la temporada en el que se estaba estirando demasiado la cuerda y puede venir bien un tiempo de coexistencia pacífica. Después del episodio de crisis post-Getafe, es probable que lleguen tiempos de convivencia. Eso sí, guardando las distancias y cada uno por su lado. Fue suficiente, sin embargo, que Messi apareciese y pidiese unidad para la afición durmiese tranquila por primera vez en meses.

Líos aparte, los "clásicos líos" como dijo Messi "cuando no hay fútbol", lo que le sonó a música celestial a la afición fueron las palabras de The Best sobre su estado físico: "Quería acabar los 90 minutos. Aunque cansado, me iban a servir para agarrar ritmo". Messi jugó su primer partido completo de la temporada. Después de dar la primera asistencia, ya tiene siguiente objetivo. El primer gol del curso. El rival es su favorito históricamente, el Sevilla. Vuelve Messi, se cura el entorno del Barça.