Ter Stegen fue el Muro
Enorme partido del portero blaugrana que evitó la derrota blaugrana. Paró un penalti. Messi regresó, pero fue intrascendente.
Superó el Barcelona la prueba del Muro de Dortmund gracias al muro Ter Stegen, que tenía una cuenta pendiente con este estadio en el que siempre salió goleado cuando lo visitó con el Borussia de Mönchengladbag. El portero alemán evitó la derrota del equipo catalán con un penalti parado a Reus y tres paradas de mérito que permitieron al Barcelona empatar 0-0 en Dortmund en un encuentro en el que a pesar de volver Messi, fue el guardameta el gran salvador de un punto con el que el Barça puede darse más que satisfecho, porque los de Valverde sudaron sangre en su debut europeo.
Valverde no se cortó un pelo y siguió apostando por Ansu Fati como titular, aunque lo situara en la derecha de inicio, que es donde menos puede lucir. Pero el joven talento barcelonista nunca le perdió la cara al partido. Siempre se ofreció, todo lo hizo con sentido, pero también perdió muchos balones en un duelo que ambos equipos plantearon como una batalla de desgaste. Y en ese combate, el Barça demostró que aún no está a un nivel óptimo. Acabó pidiendo la hora.
Se hincharon a correr desde el principio ambas escuadras en busca del punto flaco del rival. El Barça trataba de organizar posesiones de balón largas, el Dortmund, en cambio, apostó por presionar arriba para robar balones y romper al Barcelona por velocidad.
En una primera parte en la que los mejores fueron Hummels, impecable en la corrección defensiva cada vez que el Barcelona encontraba un hueco para acercarse a la portería local, y Ter Stegen, que conjuró una llegada de Reus, la lucha se centró en el medio del campo.
El Dortmund supo sobrevivir a la mayor posesión barcelonista con un despliegue físico encomiable, pero no encontró nunca a Alcácer. Al Barça, le pasaba más o menos lo mismo en sus fases de dominio. Se echaba de menos el último pase.
Se animó el partido en los últimos minutos de la primera parte cuando Alba tuvo que retirarse con una lesión muscular. Sergi Roberto entró como lateral derecho, Semedo se fue a la izquierda y Griezmann y Ansu permutaron banda. En la izquierda, el africano atemorizó a los locales, pero sin efectividad de cara a puerta.
El duelo estaba en el alero en el inicio de una segunda parte en la que el Barcelona se guardaba la carta de Messi, que nada más salir del vestuario tras el descanso, empezó a calentar.
Pero los que salieron calientes fueron los alemanes, que sometieron al Barcelona a una presión que los catalanes no supieron gestionar. En los primeros 10 minutos de la reanudación, el Barça se hartó de perder balones y conceder faltas laterales hasta que llegó el que parecía ser el fallo definitivo cuando Semedo cometió un claro penalti sobre Sancho. Ter Stegen le concedió una vida extra a su equipo al parar en dos tiempos el golpeo de Reus.
Advertido, Valverde movió el banquillo de inmediato: retiró a Busquets y Fati para dar entrada a Rakitic y Messi. El equipo de Valverde buscaba uno nuevo de media hora, pero el paisaje seguía igual de preocupante para los barcelonistas, el Dortmund era un avión y el Barça daba la impresión de firmar el empate con sangre. El encuentro se le estaba haciendo eterno a los culés, que ya estaban en modo superviviente.
El salvavidas en esos minutos fue, de nuevo, Ter Stegen, que fue providencial en un paradón doble ante Reus y que tuvo la fortuna de que un disparo de Brandt se estrellara en el larguero. El Barça sufría como un penitente.
Aferrado al oficio de Rakitic, el equipo blaugrana sacó un poco la cabeza del pozo. Lo suficiente para sacar un empate que sabe a gloria el día que volvió Messi, pero donde el muro fue Ter Stegen.