El descrédito de Semedo
El error puntual de Junior volvió a tapar un partido horrible de un jugador en descenso que este verano quiso irse del Barça y al que se le entregó una titularidad que no está mereciendo.
La credibilidad de Nelson Semedo (25 años) está en su momento más bajo desde que llegó al Barça. Porque el error puntual del partido en el 1-0 y el señalado por Valverde en el partido ante el Granada fue Junior Firpo, pero el que firmó otro partido inaceptable fue el portugués. Llueve sobre mojado con Semedo, jugador bajo sospecha desde aquel gol de Manolas en Roma que se comió por un despiste en el marcaje del jugador griego y que terminó con el Barça fuera de la Champions.
Lejos de preocuparse por mejorar su rendimiento, Semedo y su agente Jorge Mendes planificaron este verano en torno a una oferta del Atlético de Madrid que utilizaron, primero, para intentar una mejora de contrato. Visto que el Barça no estaba dispuesto a venderle al club rojiblanco, Mendes intentó arrancar una actualización de las condiciones salariales del internacional portugués. Además, y en un movimiento parecido al de Ter Stegen después de sus dos primeros años en el Barça, reclamaron la titularidad indiscutible para un futbolista que había compartido minutos con Sergi Roberto en el lateral derecho los dos primeros años.
Pero Semedo, en lugar de crecer como jugador, mengua. Después de un mal debut en San Mamés y de un horrible partido en Pamplona, en Dortmund confirmó que su toma de decisiones es poco concienzuda. Después de medir bien y aguantar la arrancada a Sancho, cometió un penalti absurdo cuando la jugada ya había perdido un gran porcentaje del peligro. Ter Stegen le salvó la papeleta. Su partido en Granada fue sencillamente inaceptable. Como lateral derecho no llegó, una vez más, al toque final de Azeez en el 1-0. Esa acción podía estar justificada. La de la falta que dio origen al penalti de Arturo Vidal que terminó en el 2-0 es el paradigma de su fútbol errático. Un fallo en el despeje y luego una falta absurda a Carlos Fernández en la que demostró no saber medir bien los tiempos. El Barça está en un momento bajo y Semedo, jugador aparente por sus animadas subidas al ataque pero con unas lagunas infinitas en defensa que están manchando su prestigio, está entre los líderes del desastre.