Peter Lim les corta las alas a Mateo Alemany y Marcelino
Rafinha es el principal foco de las discrepancias, las cuales se hicieron notorias con Rodrigo (Lim pactó su venta sin mencionárselo a Alemany).
Hace un año Peter Lim llegaba a Valencia con Gonçalo Guedes bajo el brazo. A día de hoy ni se le espera al dueño ni menos un fichaje de 40 millones. El caso Rodrigo ha evidenciado que el último viaje a Singapur de Mateu Alemany tras su conato de adiós de poco ha servido. Lim mantiene de un tiempo a esta parte distancias con su director general y con Marcelino, las dos personas con las que su plantilla se ha revalorizado desde el verano de 2017 en 187,8 millones (según Transfermarkt) .
Lim, según circula por el club, empezó a perder confianza en ellos cuando les pidió 'tirar' la Copa y sin embargo el equipo se plantó en la final. El dueño entendió que ese esfuerzo hizo peligrar la presencia en la Champions, objetivo que, por segundo año consecutivo, también consiguió atar Marcelino. Lim, que sí festejó la cuarta plaza en Valladolid, ni tan siquiera se asomó por el vestuario en la final de Sevilla.
Alemany y Marcelino, con la inercia de los éxitos, iniciaron el verano con una hoja de ruta clara. "Para seguir creciendo hay que reforzarse", dijo Marcelino a AS en junio. Sabían que Rodrigo podría salir, pero en tiempo y forma para tener margen de maniobra. Cillessen por Neto, Maxi por Mina... Pese a ello, como después ha trascendido, de puertas hacia dentro se atisbaban ya discrepancias entre Lim y sus gestores, pero de primeras eran en asuntos 'menores', como Lato.
Lim daba una vuelta de tuerca al modelo: cantera y estabilidad económica (más ventas que inversión, tras dos años sucediendo lo contrario, pero en los que pasó de ser 12º a 4º en Liga). De ahí el viaje en julio de Murthy, Alemany y Marcelino a Singapur, en búsqueda del 'consenso' que se diluía. El objetivo, entre otros, era regresar con Rafinha. Pero Lim dijo "no" por su precio (15) y por entender que cerraría las puertas a Kang-in Lee. Lim, inclusive, no ha autorizado después su cesión, convirtiéndose Rafinha en el principal foco de las discrepancias, las cuales se hicieron notorias con Rodrigo (Lim pactó su venta sin mencionárselo a Alemany).
En los últimos dos años el club ha fichado por 226 millones y ha vendido por 130,3, si bien, la valoración de la plantilla ha pasado de 286 a 474 millones. El club ha aumentado sus ingresos por competición, por taquilla y su camiseta (patrocinadores) vale 12 millones (un 60% más).