Dembélé y otros jugadores que tuvieron problemas en sus clubes
Antes del delantero azulgrana, otros futbolistas fueron célebres por sus salidas de tono o actos de indisciplina de diversa índole.
Antes de Ousmane Dembélé, otros futbolistas fueron célebres por sus salidas de tono o actos de indisciplina de diversa índole. Para algunos solo supusieron anécdotas en su trayectoria, pero otros nunca consiguieron enderezar su prometedora carrera deportiva.
Etoo
El camerunés llegó al Barcelona dejando su primera frase para la posteridad como azulgrana. "Correré como un negro para vivir como un blanco", dijo en su presentación. Nunca se mordió la lengua, aunque otras declaraciones resultaron ser más incendiarias que simpáticas. En febrero de 2007, con el vestuario dividido entre los partidarios del presidente Joan Laporta —entre ellos, Etoo— y los de Rijkaard, Ronaldinho y el dimitido vicepresidente Sandro Rosell, el delantero negó que se hubiera negado a jugar un partido. "Es de mala persona salir a una rueda de prensa y decir que me negué a jugar", dijo sobre Rijkaard. Y también se dirigió a Rosell: "Cuando ha sido mi jefe nunca me ha saludado, y ahora viene por detrás a darme palos. Eso sí es de mala persona". "Si alguien tiene huevos de decírmelo a la cara, que me lo diga", concluyó aquella intervención en un acto rodeado de niños.
Antes, cuando sus derechos aún pertenecían total o parcialmente al Real Madrid ya demostró cómo se las gastaba. "Si pueden ceder a Zidane o Ronaldo pueden ceder a Samuel Eto'o, pero si no pueden hacerlo entonces no pueden cederme porque soy un jugador hecho que lo ha demostrado. Si creen que pueden ceder a Samuel Eto'o creo que me están faltando al respeto porque valgo como los demás", decía semanas antes de su fichaje por el Barcelona en 2004, cuando sus derechos federativos aún pertenecían en un 50% al Real Madrid.
Balotelli
El díscolo delantero italiano tiene para contar batallitas de numerosos vestuarios. Estando en el Inter, las camisetas y su amor por el Milán generaron varios problemas. Tras posar con una camiseta del eterno rival ara un programa de televisión, Mourinho lo apartó del equipo. De una discusión anterior con el técnico se vengó poniendo el himno del Milán. Un mes después de posar con la rossonera, su mal partido en la ida de semifinales de Champions ante el Barcelona sembró la ira de los tifosi, que le silbaron. Reaccionó Insultando a los aficionados y tiró la camiseta del Inter al suelo.
En su etapa en el Manchester City, el club le suspendió tras ser visto en un local de striptease dos días antes de un partido. En Inglaterra y en el Milán tuvo problemas con el tabaco. El club rossonero quiso atarle en corto y diseñó un reglamento de comportamiento personalizado basado en un código militar del Ejército del Aire italiano. Con la selección italiana le pillaron jugando con el iPad durante un partido contra Islas Feroe clasificatorio para la Eurocopa 2012.
Ibrahimovic
El sueco no tuvo una buena relación con el "filósofo" Pep Guardiola en su etapa en el Barcelona. En su biografía, Zlatan desveló un encontronazo con el técnico azulgrana tras un partido contra el Villarreal: "Yo estaba realmente cabreado y Guardiola me miraba a los ojos. Allí estaba mi enemigo, tocándose la cabeza. 'No tienes cojones', le dije. 'Te cagas encima con Mourinho'. La cosa se puso tensa y golpeé una taquilla metálica de tres metros que terminó en el suelo. Guardiola no dijo nada. Yo, de él, habría sentido miedo".
Cassano
Talentino es otro jugador con un largo historial. En su etapa en el Real Madrid, las cámaras de televisión le pillaron antes de un partido en el campo del Espanyol burlándose de Capello delante de Ronaldo, Cannavaro y Diarrá.
Gascoigne
Sus problemas con la bebida durante su carrera futbolística y después son sobradamente conocidos. Menos lo es un incidente que provocó en el Middlesbrough, cuando su carrera había comenzado a entrar en decadencia. Acabado un entrenamiento con el Boro, les dijo a sus compañeros que se iba a una casa de apuestas y cogió el nuevo autobús del equipo, que se estrenaba ese día y estaba sin vigilancia ni pasajeros y con las llaves puestas. Su recorrido se limitó a trescientos metros, la distancia que necesitó para estrellar el autobús contra un poste de hormigón. En los días siguientes, le pillaron en dos ocasiones en estado de embriaguez y tuvo que ser ingresado en una clínica de desintoxicación.