El Eibar se pone serio tras descarrilar en el estreno

En una Liga que discute dónde jugar sus partidos y cómo decorar sus estadios, la segunda jornada la abren dos equipos de ciudades industriales asentadas en la elite. El fútbol que gusta a sus técnicos es el de pierna dura, presión alta y más contundencia que filigranas. Ambos perdieron en su estreno y nadie quiere verse en la cola (sigue el partido en directo en As.com).

En el lado local Bordalás anda buscando un modelo. Han llegado muchos fichajes para que jueguen casi los mismos. Soria debe hacer olvidar a Guaita y Maksimovic adquirir galones. La duda es saber si Iván Alejo se medirá a los que eran sus compañeros hace un mes. Si no es titular, tendrá minutos. No salió bien. Estuvo muy frío el miércoles: “No es un partido especial”. Parece evidente la vuelta al doble punta que casi lleva al Getafe hasta Europa la temporada pasada. Ángel está fino y Molina no suele fallar.

A Mendilibar se le complicó el plan. Se fueron Alejo, Capa e Inui. Cayó Pedro León, un azulón en tierras vascas, y las bandas han perdido precisión dejando a los delanteros huérfanos de sus centros. Músculo en el medio y seguridad defensiva, son sus claves para rascar en el Coliseum. Hay que enderezar un arranque liguero que comenzó con mal pie, tras la inesperada derrota ante el recién ascendido Huesca.

El conjunto armero afronta este duro choque con la baja de Orellana, que se cayó de la lista al sufrir unas molestias musculares que no le han dejado ejercitarse al cien por cien esta semana, y que se suma a las ya conocidas de Pedro León y Ramis. Sí viajó Rubén Peña, quien no completó el entrenamiento de ayer con el tobillo dolorido, aunque su concurso es más que dudoso.

Mendilibar, preocupado con Pedro León

Pedro León vuelve a estar lesionado. Y por segundo año consecutivo, parece que va para largo. El de Mula sufre una hernia discal que lo tiene convaleciente en la cama. Lo que parecía una simple lumbalgia se ha complicado. Ayer fue sometido a un lavado epidural. “La intervención no parece que haya ido muy bien, las noticias no son nada buenas. Ya no es lo que en un principio parecí. Cada vez me fío menos de estos aparatos médicos y me dejo llevar más por las sensaciones, porque por mucho que parezca que avancen, al final los tiempos de recuperación son los mismos de siempre”, señaló Mendilibar visiblemente molesto.