Partido con extra de picante
El 3-0 del Olímpico y el caso Malcom le ponen morbo al partido. Arthur y el joven lateral Miranda se llevan el foco tras su buen debut.
Cuando a finales de abril se anunció el calendario de la International Champions Cup, el Barça-Roma ya asomó como el partido del morbo. Aquel histórico 3-0 de los romanistas firmado por Dzeko, De Rossi y Manolas que acabó con el presidente, James Pallotta, bañándose en la Fontana di Trevi para celebrar las primeras semifinales en Champions de los giallorossi desde 1984, parecía atractivo suficiente para el amistoso fijado para el 31 de julio en Dallas, un horno que estos días se acerca a los 40 grados pero que ayer amaneció con una tormenta de categoría. Pero ha habido segunda taza de arroz picante. El caso Malcom, el brasileño ‘robado’ a última hora por el Barça cuando los tifosi le esperaban en el aeropuerto de Ciampino y Monchi tenía cerrado un acuerdo con el futbolista y con el Girondins, ha enrarecido un tanto las relaciones entre clubes. Este Barça-Roma que se jugará en el apabullante AT&TStadium de Arlington, con capacidad para 105.000 espectadores, parece un poquito más que un bolo de pretemporada (sigue el partido en directo en As.com).
La velada en la asfixiante y gigantesca Texas también tiene, no obstante, intereses deportivos. El debut de Arthur en Los Ángeles contra el Tottenham ha elevado las expectativas sobre el brasileño. También sobre Miranda, posible segundo lateral izquierdo del Barça la próxima temporada con apenas 18 años una vez confirmada la baja de Digne. Está en el sitio y momento adecuados, debe agarrar la oportunidad. También gustaron la adaptación de Lenglet, la potencia demostrada por Semedo (la posición de pivote de Sergi Roberto ante el Tottenham parece circunstancial y podría haber batalla por el lateral derecho) y la eficiencia de Munir. El partido también ofrece el regreso de Ter Stegen, aunque lo normal es que esta madrugada no juegue. A Valverde tampoco le sobran los efectivos después de los viajes de retorno de André Gomes, Denis, Digne; y la situación de Aleix, que tampoco jugó ante el Tottenham.
El foco se lo lleva Malcom, que dejó algunas luces en su debut pero que tiene que calmar su fútbol y hacerlo más sencillo. Contra el Tottenham demostró velocidad y cierto desequilibrio, pero en ocasiones se perdió en arabescos. Si lo quiso Monchi, es fácil pensar que lleve el sello de calidad incorporado. Pero ahora hay que testar esos 41 millones de euros en los que se ha fijado su valoración. Y más en un gigante como el Barça, alojado, por cierto, al lado de Dealy Plaza, el fatídico lugar en el que el 22 de noviembre de 1963 fue asesinado John Fitzgerald Kennedy en el que sigue siendo el mayor misterio de la historia reciente de Estados Unidos.