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LEGANÉS-ESPANYOL

Sainete defensivo en Butarque

La energía de la Copa, la concentración con la que el Espanyol afrontó los dos partidos ante el Barcelona, se esfumó en Butarque. Solo jugó la defensa.

Quique en Butarque.
SMARISCAL

Desangrados. La energía de la Copa, la concentración con la que el Espanyol afrontó los dos partidos ante el Barcelona, se esfumó en Butarque. El Leganés logra mantener con su victoria su momento idílico en todas las competiciones. No tuvieron que hacer demasiado los de Garitano para tumbar a un Espanyol en el que ni Sergio, ni Leo ni Gerard lanzaron a portería; el gol llegó por un momento de inspiración de Navarro, un martillo, y por una carambola; y los errores defensivos fueron letales. Los defensas, para lo bueno y lo malo, fue lo único que tuvo el Espanyol en un partido que evidenció también una cierta desidia en algunos jugadores.

Hat-trick. Mario Hermoso fue protagonista de un partido que no hizo honor a su nombre. Primero se introdujo el balón en la portería tras disparo de Zaldua (lateral), luego estuvo a punto de empatar tras el saque de un córner de Aarón (lateral), pero Bustinza (central) la sacó acrobáticamente con la cabeza desde cerca de la línea de gol. Y, en el 2-1, ni él ni Aarón no supieron interpretar bien el centro de Raúl García (otro lateral) y Guerrero marcó. Y, de nuevo, el madrileño se introdujo el balón en el 3-1. Todos ellos defensas, menos Guerrero. Una posición que no solo vale para defender, sino que puede ser un arma en ataque. Y si no que se lo pregunten a Navarro.

Un martillo. Es difícil encontrar un lateral que tenga tanta facilidad en el área rival como él, sin contar, claro está, los futbolistas que ocupan esas posiciones en los grandes de LaLiga. El canterano lleva 24 partidos en el Espanyol, ha marcado tres goles y ha dado cuatro asistencias. La Copa le ha servido para adquirir el ritmo que necesitaba, y su gol salvó los muebles momentáneamente a un Espanyol taciturno, superado por el Leganés sobre todo en la primera parte. La posición de lateral derecho ha dado más vueltas que una peonza. Empezó Víctor Sánchez, probó Sergio Sánchez, se consolidó Javi López y ahora le toca Navarro, el más extremo y que cuenta con unos números en ataque inauditos.

Sin evolución. LaLiga pasa y el Espanyol se queda. Y los aficionados pericos ven como el Leganés, un conjunto inferior al suyo en presupuesto, se dispara en las dos competiciones. El apoyo de 150 aficionados en la grada no fue suficiente para conectar a un equipo que vio como Butarque hizo la ola. El Espanyol se desangró anímicamente y ni David López, ni Gerard Moreno ni Diego fueron determinantes. El equipo no evoluciona, y comienza a ser presa fácil para equipos que lo estudian y lo maniatan. Para ello con un par de bridas ya es suficiente.