Croacia mide a Guillermo Ochoa

México vive instalada en el optimismo desde su empate con Brasil. Y con Ochoa convertido en nuevo héroe nacional. La historia de los Mundiales dice que cuando se juega en América el campeón sale de ese continente. De momento América domina a Europa. Han sido seis victorias en ocho duelos directos (14-8 en goles). Y a ese argumento, al de que el juego europeo se diluye entre el calor y la humedad (excepto el de Holanda, Francia y a medias el alemán) se agarran los aztecas, que reivindican su papel de tapados. A México le vale el empate. A Croacia sólo ganar (o el empate si perdiera Brasil).

América o el Viejo Continente. El fútbol medido del Piojo Herrera (ningún gol encajado, sólo uno marcado) ante el ataque despreocupado de Croacia, la única selección que juega sin un medio defensivo (Modric y Rakitic). Kovac necesita que su equipo tenga el balón para no sufrir (y para ir a por el partido). No dormirá el técnico pensando en cómo evitar la tela de araña que plantea México y su 5-3-2, ideal para tapar las bandas que Croacia explota tanto con Perisic y Olic, y dibujo que se vuelve también muy ofensivo cuando sus laterales van arriba (especialmente con Layún).

El reto. Croacia está en el punto idóneo, con una selección aún joven (en según qué puestos, claro) pero madura para emular a los Suker, Prosinecki o Boban que fueron terceros en su primer Mundial (1998) tras la desintegración de Yugoslavia. Nunca pasó Croacia a octavos después. México no gana su tercer partido de la fase de grupos desde México 86 (28 años ya), aunque no falta a octavos desde 1994. Fue en México (70 y 86) donde alcanzó su cénit (los cuartos). Esa es la línea a rebasar... Estas Croacia y México (Europa o América) quieren escribir hoy su propia historia...

Una serenata en el hotel croata

Habrá marea de hinchas del Tri. Serán absoluta mayoría (se esperan más de 20.000 en Recife) y un hándicap para los croatas, cuya federación sólo ha vendido 2.284 entradas para el encuentro. Los aztecas llegan por todas las vías posibles. Incluso varios miles viajaron en cruceros marítimos. Uno de ellos, el MSC Divina, está amarrado estos días frente a las costas de Recife. El equipo Tri tuvo una espectacular acogida en la ciudad. Y los croatas, a la inversa, tuvieron una bien intimidatoria. Los hinchas aztecas les recibieron al grito de “pu...”, el mismo cántico que hacen cuando saca el portero contrario y que tanta controversia ha generado por homófobo. La FIFA ya ha dicho que habrá sanción económica si se repite. También cantaron “aztecas guerreros, seremos los primeros”. Para colmo, han amenazado con rondar por la noche el hotel de concentración croata para no dejarles dormir con un grupo de mariachis que entonará eternas serenatas.